
Ingredientes
400 gr. de garbanzos cocidos (valen en conserva)
2 dientes de ajo
1 puerro mediano
1 zanahoria
250 gr. de calabaza
1 cucharadita de pimentón dulce
1 hoja de laurel
500 ml. de caldo de verduras
Sal (al gusto de cada casa)
Una pizca de pimienta negra recién molida
Aceite de oliva virgen extra
La receta de hoy es totalmente vegetal, pero no por ello se trata de una receta sin fundamento. Una cocción de los garbanzos con un buen caldo y una buena cantidad de verduras cocinadas darán a este plato de cuchara todo el sabor para conseguir una receta de primera.
Conseguiremos un potaje vegetal delicioso, que además es muy fácil de preparar. Os presento un platazo vegetariano de esos que nos hacen disfrutar de la comida sin aportar un exceso de grasa y por ello de calorías. Se trata de una receta ideal para vegetarianos y veganos, saludable y rico. Desde niños hasta mayores.
Y para que sea más fácil todavía, hemos preparado esta receta con un bote de garbanzos cocidos, esto nos va a ahorrar mucho tiempo de espera, que no de esfuerzo. Pues remojar la legumbre y cocerla durante el tiempo necesario es una tarea más que sencilla. Lógicamente también se puede hacer con garbanzos secos, previo remojo y cocción posterior, aunque os recomiendo esta receta de potaje de garbanzos para que os quede perfecta.
Preparación de garbanzos con verduras
Pelamos y picamos finamente (o rallamos) los dientes de ajo. Calentamos un fondo de aceite de oliva virgen extra en una cacerola y los pochamos a fuego suave, sin que se lleguen a dorar.
Mientras tanto lavamos bien el puerro, retirando los posibles restos de tierra que pueda contener, y lo cortamos a lo largo por la mitad. Después cortamos tiras finas y las agregamos a la cacerola con el ajo. Pochamos el conjunto unos cinco minutos o hasta que el puerro se vea tierno.
Aprovechamos para pelar la zanahoria y cortarla en trocitos. Pelamos también la calabaza, retiramos sus semillas y cortamos en pequeños dados. Que no sean más grandes que los garbanzos, aunque esto irá en gustos. Incorporamos a la cacerola y removemos para que se impregnen bien de aceite. Sofreímos durante unos diez minutos.
Durante este tiempo lavamos el calabacín, lo secamos y lo cortamos también en trocitos del mismo tamaño que los garbanzos. No hace falta pelarlo, pero sí sois de los que tenéis esa costumbre, adelante con ello.
Cuando la calabaza esté ligeramente tierna agregamos el calabacín, el pimentón y la hoja de laurel. Removemos y rehogamos con el resto de las verduras durante un par de minutos.
A continuación regamos con el caldo de verduras y cocemos el conjunto unos 10-15 minutos, lo justo y necesario para que el calabacín pierda firmeza y, sobre todo, para que la calabaza y la zanahoria queden bien cocidas.
Por último escurrimos bien los garbanzos del líquido en el que vienen en la conserva, los lavamos con abundante agua y los escurrimos. Los incorporamos a la cacerola y le damos al conjunto un último hervor. Antes de servir probamos el punto de sabor y salpimentamos al gusto.
Consejos para unos garbanzos con verduras de rechupete
Este plato se puede preparar con cualquier verdura que tengáis en la nevera. No hace falta salir a comprar los ingredientes que indicamos específicamente. Es una manera estupenda de dar salida a restos y evitar que terminen en la basura.
Dependiendo de la combinación de verduras que usemos, el resultado variará. Es importante empezar pochando las verduras más duras y dejar las más tiernas para el final.
Podríamos comparar estos garbanzos con verduras con los potajes tan propios de Cuaresma y Semana Santa. Lo cierto es que es un plato alternativo muy adecuado también para esa época del año.
Como ocurre con todas las legumbres, el reposo les sienta bien. Recomendamos que hagáis este plato el día anterior y que dejéis que los sabores y las texturas de sus ingredientes se asienten durante toda la noche. Cuando llegue el momento de disfrutarlo, no solo os encontraréis con la comida lista, sino con un plato mucho más sabroso.
No requiere de mucho acompañamiento, pues es considerablemente contundente (a pesar de no llevar ni carne ni pescado). No obstante, una buena hogaza de pan a su vera es todo un acierto.
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