Dentro de las salsas que empleamos en cocina una de las básicas es sin duda alguna la vinagreta. En su día os hablé de cómo hacer una vinagreta, cosa que recordaremos hoy y también, dentro del curso de cocina, profundizaremos en la materia con, seguramente, la más clásica de todas las vinagretas, la francesa.
Una vinagreta consiste en una salsa emulsionada con vinagre y aceite que se adereza con sal y pimienta. Bueno, esto es la salsa vinagreta por excelencia. Por lo general, aunque depende de los gustos, se pone una parte de vinagre por cada tres de aceite. Yo la prefiero más suave y la hago con cinco partes de aceite.
Además hay vinagretas de muchos tipos y todo depende del condimento o ingrediente que se le añada. Por ejemplo, tenemos vinagretas elaboradas con hortalizas, especias, hierbas aromáticas, diferentes vinagres o salsas, ingredientes dulces como mermeladas, miel, etc.
Hoy, como podéis ver. He elaborado la que yo creo es la vinagreta madre de todas las vinagretas, una vinagreta francesa. Necesitaremos 20 ml de vinagre de jerez, 100 ml de aceite de oliva virgen extra, una cucharadita de mostaza de dijon, sal y pimienta. De forma opcional podemos poner un ajo machacado para que macere dentro de la vinagreta.
¿Cómo se mezcla o emulsiona una vinagreta? Como podéis ver más abajo en las fotos de la receta de vinagreta francesa. He emulsionado la vinagreta dentro de un bote de conservas. Es decir, vamos añadiendo todos los ingredientes, cerramos el bote y agitamos muy rápido. De esa forma se emulsiona de una forma muy eficaz.
Otra formas es batirla con unas varillas o incluso en grandes cantidades con la turmix o batidora.
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