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Foto del escritorAndrés Cifuentes

Lubina a la plancha

Hay pocos platos de pescado tan deliciosos y con un aroma a mar tan intenso como una buena lubina a la plancha. Y si tenemos la suerte de poder conseguir una lubina salvaje, de ración, habremos tocado el cielo.

La lubina, o robaliza como le llamamos por esta esquinita, es un pescado con una carne blanca y deliciosa que podremos preparar de muchas maneras, aunque es cierto que dependerá un poco de su tamaño, de los gustos de los comensales, o de si viene o no de una piscifactoría.


Una lubina salvaje y grande, preparada "a la sal" es una de las mejores opciones. También podemos prepararla a la brasa, aunque claro, no todos disponemos de una parrilla para ello. Para la brasa, quizá las lubinas de piscifactoría son una mejor opción que las salvajes, ya que tienen más grasa. Aunque esto daría para un largo debate, como todo en el arte de cocinar.


Las lubinas de ración son ideales. Sobre todo por el tamaño, ya que normalmente necesitamos una plancha adecuada a la lubina y en casa no solemos tener planchas de gran tamaño. Para hacer la lubina a la plancha, lo mejor es hacerla abierta, como si fuera un libro, aunque también está la maravillosa opción de cocinar una lubina a la espalda. Nosotros haremos una lubina de ración a la plancha y la prepararemos abierta. Una receta sencilla y deliciosa donde el truco está en conseguir el punto óptimo de cocción.


Información de la receta

  • Tiempo de preparación: 15 minutos

  • Tiempo de cocción: 8 minutos

  • Tiempo total: 23 minutos

  • Raciones: 2

  • Categoría: plato principal

  • Tipo de cocina: internacional

  • Calorías: 141 kcal por cada 100 g

Ingredientes de la lubina a la plancha para 2 personas

  • 2 lubinas de ración

  • 2 patatas

  • Perejil

  • 30 ml de AOVE

  • Sal

Cómo hacer lubina a la plancha

Pesamos y medimos todos los ingredientes de la receta.


Primero prepararemos el aceite con el que cocinaremos y aliñaremos la lubina. Picaremos un poco de perejil y un ajo, los mezclaremos con el aceite y reservaremos aparte para que vaya macerando un poco.


Es ideal tenerlo preparado con antelación para este tipo de elaboraciones y seguro que en muchos casos ya disponéis de la mezcla. Desde mi punto de vista, yo que adoro el sabor a mar que tiene la lubina, no usaría ajo, pues creo que esconde demasiado los sabores, pero esto es cuestión de gustos. Utilizadlo o no según vuestras preferencias. Lavaremos las patatas y sin pelar las cortaremos en rodajas gruesas. Las pondremos en una olla, las cubriremos con agua y añadiremos sal y unas hojas de laurel. Acercaremos la olla al fuego y las dejaremos cocer unos 20 minutos.


Aparte y mientras las patatas se van cociendo acercaremos la plancha al fuego. Siempre es mejor opción disponer de una plancha de hierro y con estrías, para que los jugos que suelta el pescado no se acumulen y se ase en lugar de cocerse en ellos. Calentaremos la plancha poco a poco y a fuego medio, y cuando esté bien caliente, la pincelaremos con un poco de aceite y pondremos el pescado. Primero pondremos la parte abierta hacia abajo.


¿Por qué ponemos esta parte hacia abajo primero? Porque en ese momento tendremos la plancha limpia, y queremos que se selle bien el pescado y que conserve sus jugos. De esta manera también nos quedará mejor para la presentación. Si ponemos primero la parte de la piel, se nos manchará la plancha, y al darle la vuelta no quedará tan bonita. Por otro lado, al estar abierta por arriba, se irá evaporando todo el jugo del pescado sin sellar mientras se cocina.


Dejaremos el pescado unos 5 minutos, luego le pondremos un poco de AOVE y con cuidado de no romperlo, le daremos la vuelta.


Le añadiremos un poco de AOVE y sal y dejaremos que se cocine otros 3 o 4 minutos.


No es recomendable dejar que el pescado se haga demasiado, pues se nos secará. A la vez, cuando las patatas estén listas, las escurrimos y las colocaremos en la fuente.


Retiraremos la lubina y la colocaremos con la parte abierta hacia arriba.



Rehogaremos con un chorrito de aceite de perejil y la serviremos calentita


Resumen fácil de preparación

  1. Preparamos los ingredientes de nuestra receta

  2. Picamos el perejil y lo mezclamos con al aceite y el ajo y lo dejamos macerar

  3. Cortamos las patatas en rodajas gruesas y las ponemos en una olla

  4. Las cubrimos con agua y las cocemos

  5. Ponemos la plancha o parrilla a calentar a fuego medio

  6. Cuando esté caliente pincelamos con un poco de aceite

  7. Colocamos la lubina con la parte abierta hacia abajo

  8. La dejamos 6 minutos y le damos la vuelta

  9. Ponemos un poco de aceite con el perejil y sal

  10. La dejamos unos 4 o 5 minutos más

  11. Mientras se hace, cuando las patatas estén listas las escurrimos

  12. Las colocamos en una fuente

  13. Retiramos la lubina y la servimos con las patatas

  14. Añadimos un poco de aceite y listo

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