El huevo es uno de los alimentos de mayor valor nutritivo que podemos incluir en nuestra dieta, además, con él se pueden elaborar infinidad de recetas. En nuestra página podéis encontrar numerosos ejemplos de su uso; escalfados, rancheros, al horno, etc.
Este alimento forma parte del desayuno de numerosos países donde se suele servir revuelto, pasado por agua o ligeramente cocido. Aunque a muchos les pueda parecer que su cocción no tiene misterio, lo cierto es que, más allá de los gustos de cada uno (hay quienes los prefieren casi crudos y quienes gustan de comerlos duros) conseguir el punto exacto no es tarea fácil. Heston Blumenthal, propietario de uno de los restaurantes más importantes del mundo, premiado con tres estrellas Michelín, ha compartido con el periódico británico The Guardian los pasos a seguir para cocer el huevo perfecto.
Huevo cocido blando
Para Blumenthal el huevo cocido ideal debe quedar con la clara blanda y la yema líquida. Para conseguirlo hay que atender a una serie de importantes aspectos. Para el chef británico el secreto reside en el control del tiempo y la temperatura. En sus ensayos probó diversos valores, llegando incluso a cocinar el huevo durante 45 minutos para ver qué sucedía, descubriendo que, tras ese tiempo, la clara queda convertida en una especie de gel y la yema en una masa pastosa.
Tras los ensayos, Blumenthal llegó a la conclusión de que los pasos a seguir para cocer el huevo perfecto son los siguientes.
Ponemos el huevo dentro de una olla que tenga tapa de cristal para poder vigilar el momento en que el agua entre en ebullición. Vertemos agua en la olla pero sin llegar a cubrir el huevo por completo. Blumenthal asegura que es importante que el agua no sobrepase ni un milímetro.
Ponemos el fuego al máximo y llevamos a ebullición.
Justo en el momento en el que el agua comience a hervir, apartamos la olla del fuego y, sin retirar la tapa, dejamos que el huevo se siga cocinando durante 6 minutos más.
Huevo cocido duro
Obviamente, esta técnica nos sirve para conseguir unos huevos blandos, pero no podemos aplicarla en el caso de que queramos un huevo duro para cortarlo en trozos o rallarlos. Si lo queremos más duro procedemos del siguiente modo:
Colocamos en huevo en un cazo y lo cubrimos con agua, no importa que ésta sobrepase el huevo.
Llevamos a ebullición y cocinamos, manteniendo un hervor moderado, entre 8 y 10 minutos. El tiempo dependerá del tamaño del huevo.
Pasado el tiempo de cocción, retiramos del agua y dejamos enfriar. Para acelerar el enfriado podemos poner el huevo en agua helada.
Pelar huevos fácilmente
Una vez que el huevo está cocido viene el momento de pelarlo. Un truco que suele dar buenos resultados es añadir un poco de sal al agua de cocción, de este modo los huevos se hidratan y nos cuesta menos trabajo pelarlos. También puedes pelar un huevo cocido sin enfriarlo metiéndolo en un bote de cristal y agitándolo, de este modo la cáscara se desprenderá fácilmente.
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