Recorre el centro de Londres para viajar en el pasado y descubrir cómo vivieron los londinenses uno de los peores incendios de la historia, que ardió durante más de cuatro días y destruyó el 80% de la City. La ciudad conmemora el 350 aniversario de esta catástrofe con numerosas actividades: rutas que te transportan a los lugares que fueron pasto de las llamas, como la catedral de St Paul, exposiciones inmersivas que recrean el Londres de aquella época y talleres donde uno se convierte en un científico forense para investigar los enigmas del incidente.
Era la 1 de la madrugada del 2 de septiembre de 1666 cuando comenzó el ‘Gran Incendio’, en el que arderían más de 13.000 casas dejando a 100.000 personas sin hogar. Todo empezó en la panadería de Thomas Farynor en Pudding Lane, una de las calles más antiguas y angostas de la ciudad. Y aquí es donde arranca la exposición Fire! Fire! (hasta el 17 abril 2017) que recrea en el Museo de Londres el lugar donde comenzó el incendio cuando Farynor se fue a dormir sin apagar bien el fuego de su horno.
Se trata de una exposición inmersiva y sensorial donde uno podrá oler a pan recién hecho o a madera quemada, visitar las tiendas de campaña donde se refugiaron miles de londinenses y escuchar sus testimonios.
Está pensada sobre todo para los más pequeños, con juegos con los que aprenderán curiosidades y anécdotas, como la historia de un vecino cuyo objeto más valioso era un queso que enterró en el jardín de su casa.
Para los más aventureros se ha creado Feeling the heat (20 de septiembre y 13 de diciembre) , un taller forense en el que uno se convierte en un investigador para descubrir los enigmas del incendio, analizando muestras y recopilando pistas en una habitación cubierta de hollín y humo.
Uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad, que tampoco se libró de las llamas, fue la Catedral de St Paul . El templo se une también a estos actos conmemorativos con una exposición y tours que desvelan por qué la catedral, que se convirtió en centro de refugio para muchos, fue también pasto de las llamas a pesar de que estuviera construida en piedra.
Cerca de St Paul se encuentra The Monument, una columna dórica de 61 metros- la distancia exacta que hay entre el monumento y la panadería de Pudding Lane- que se construyó para conmemorar la catástrofe y celebrar la reconstrucción de Londres. Se puede subir hasta la cima, 311 peldaños, donde hay un pequeño mirador con vistas 360 grados de la ciudad.
Una de las actividades que es totalmente gratuita, y que te hará ver Londres desde otra perspectiva, es un tour que uno puede hacer a su propio ritmo con un mapa creado para que sigas el rastro de las llamas y descubras los sitios que guardan más historia sobre el ‘Gran Incendio’. Empieza en Pudding Lane y acaba en Pie Corner, dos referencias a comidas que hizo a muchos pensar que el incendio fue un castigo de Dios porque los londinenses comían demasiado.
Y el festival London’s Burning (30 agosto- 4 septiembre) traerá las llamas de vuelta a las calles de Londres con instalaciones de fuego en los alrededores de la catedral de St Paul y Tate Modern. El cierre lo pondrá un espectáculo de fuego con una escultura que recreará el skyline del Londres de 1666 y que arderá en el río Támesis el domingo 4 de septiembre a las 20.30 horas entre Blackfriars y Waterloo Bridge.
Fuente: www.traveler.es/viajes-urbanos
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