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  • Foto del escritorAndrés Cifuentes

La historia de Frogmore Cottage: la casa donde la reina Carlota escapó de la locura de Jorge III


En esta pequeña casa campestre, hogar de los Duques de Sussex, también vivió la gran duquesa Xenia de Rusia, instalada allí tras la Revolución.

Frogmore Cottage, la casa de cinco habitaciones de los duques de Sussex, diminuta para un miembro de la realeza, que tiene una fachada con fachada de estuco blanco, tiene una historia real que se remonta a 1801 cuando se construyó por orden de la reina Carlota, esposa de Jorge III. Ubicada en los terrenos reales de Frogmore, Berkshire, la propiedad se encuentra aproximadamente al sur del Castillo de Windsor, dentro de Home Park (la propiedad privada del castillo). Está cerca del río Támesis y se construyó sobre un terreno pantanoso históricamente húmedo, que llevó al nombre de la finca; la parcela baja atrae a un gran número de ranas (frogs) de la ribera cercana. Se dice que cuando la reina Victoria desayunó en esa casa de campo en 1875, se sintió horrorizada por “la inmensa cantidad de pequeñas ranas”, describiéndolas como “bastante asquerosas”.


Construida en 1680 por el arquitecto de Carlos II y renovada en 1792, la casa fue comprada ese año por Carlota de Mecklemburg como retiro campestre para ella y sus hijas. Su esposo, Jorge III, conocido como el ‘Mad King George’, gobernó Gran Bretaña e Irlanda entre 1760–1820 y sufrió una enfermedad (probablemente porfiria, una enfermedad hereditaria rara) que le provocaba episodios de comportamiento excéntrico y a veces violento. El historiador Sean Lang explica cómo el rey una vez ordenó que su carruaje se detuviera en el Gran Parque de Windsor mientras salía a charlar con un roble, porque lo confundió con el Rey de Prusia. La pareja real tuvo 15 hijos en el transcurso de su matrimonio, y la historiadora Helen Rappaport sugiere que Frogmore Cottage fue diseñado para brindar un respiro a la familia del rey: “El rey tuvo episodios de demencia. Probablemente era muy difícil vivir con él y [la reina Carlota] presumiblemente utilizó Frogmore Cottage como un retiro”.


Posteriormente vivió allí la madre de la reina Victoria, la duquesa viuda de Kent, cuando fue desterrada de la Corte. Frogmore Cottage también sirvió de hogar para el querido “munshi” (maestre) y confidente indio de Victoria, Abdul Karim. Había sido enviado a Inglaterra para servir la mesa de la reina durante las celebraciones del jubileo de oro de 1887 después de que Victoria, de 68 años, pidiera sirvientes que le recordaran su condición de Emperatriz de la India. La monarca rápidamente le tomó cariño al atractivo y joven Karim, quien gracias a la compañía que ofrecía a Victoria recibió el título de ‘Munshi’ (maestro o secretario), y le enseñó a leer y escribir en Hindustani. Con frecuencia él le aconsejó sobre asuntos relacionados con el gobierno de la India, lo que le granjeó el odio de la corte y los políticos. Karim vivió en la casa de campo de Frogmore con su familia y restauró la propiedad en 1893. La reina lo visitaba “cada dos días”, explica el historiador Shrabani Basu. Sin embargo, tras la muerte de la reina en 1901, Karim se vio obligado a regresar a la India por orden de Eduardo VII, quien “odiaba” al amigo de su madre.


La penúltima habitante de la casa fue la gran duquesa Xenia Alejandrovna de Rusia, hija de Alejandro III y hermana del último zar, Nicolás II. Ella y su hermana Olga y su hermana huyeron a Crimea en abril de 1917, durante la Revolución que diezmó a la familia imperial. Dos años más tarde, Xenia se dirigió a Inglaterra a bordo del “HMS Malborough”, enviado por su primo, el rey Jorge V, para rescatar a los Romanov. En Inglaterra, las hermanas vivieron en circunstancias muy modestas antes de que, en 1925, el rey ofreciera a Xenia vivir en la pequeña casa de Frogmore, a unos 30 kms. de Londres.


A pesar de las enormes diferencias que existían entre los palacios imperiales rusos donde fue criada y esta cabaña en el campo, Xenia se sintió segura y vivió algunos años en paz, cerca de su familia británica. En 1936, tras la muerte del rey, se le comunicó que Frogmore Cottage sería destinada como residencia de la familia real inmediata, de modo que tuvo que mudarse a otra vivienda “de gracia y favor”, esta vez en una mansión que era conocida por el apropiado nombre de Wilderness House (Casa de la soledad). Allí vivió Xenia durante casi veinticinco años hasta su muerte en 1960.


Actualmente es el hogar de los duques de Sussex, el príncipe Harry y Meghan, quienes desde sus ventanas pueden disfrutar de las vistas de Frogmore House, la finca de la corona del siglo XVII donde celebraron la recepción de su boda en 2018. Construida por el arquitecto de Carlos II para el sobrino del rey, se encuentra cerca de una casa de té construida para la reina Victoria junto a una casa de verano del siglo XVIII en forma de una ruina gótica diseñada por el arquitecto inglés James Wyatt. La finca ha sido durante mucho tiempo un escape de la corte para la familia real.


El rey Jorge VI y su esposa Isabel (más tarde la reina madre) pasaron parte de su luna de miel en Frogmore House en 1923, y se dice que la reina actual sale a caminar por sus jardines con sus queridos corgis. En la finca también se encuentra el Mausoleo Real, el lugar de enterramiento de la reina Victoria y su esposo, el príncipe Alberto. Actualmente el mausoleo se encuentra en obras de restauración para protegerlo contra los problemas de humedad provocados por su cercanía al Támesis.


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