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Foto del escritorAndrés Cifuentes

La muerte del emperador Carlomagno

El que fuera rey de los francos y emperador de Occidente, "el padre de Europa", falleció en Aquisgrán, al oeste de Alemania

Carlomagno, rey de los francos, en una obra de alrededor de 1920.

Libro de horas de Carlos VIII de Francia

Miniatura tomada del Libro de horas de Carlos VIII de Francia; manuscrito iluminado en pergamino del siglo XV. En el aparecen representados Luis XII, orando de rodillas, y tras él, en pie, Carlomagno.

Carlos I del Sacro Imperio

Carlomagno en un retrato realizado por Alberto Durero. La obra se pintó varios siglos tras su muerte; el escudo de armas situado encima de su cabeza muestra los emblemas del águila alemana y la flor de lis francesa.

La Coronación de Carlomagno

La coronación de Carlomagno pintada por los ayudantes de Rafael entre los años 1516 y 1517. Carlomagno fue coronado por el Papa de Roma León III el 25 de diciembre del año 800 en la basílica del Vaticano.

Catedral de Aquisgrán

Catedral de Aquisgrán, lugar donde descansan los huesos de Carlomagno. La Catedral de Aquisgrán es considerada la catedral más antigua del norte de Europa. Su origen se remonta a la Capilla Palatina construida por el emperador franco a finales del siglo VIII.

El Sarcófago de Perséfone

El Sarcófago de Perséfone en la Catedral de Aquisgrán, donde descansan los restos de Carlomagno.

El "Karlsschrein"

El ataúd de oro y plata que Federico II ordenó elaborar para Carlomagno, el "Karlsschrein".

Europa alrededor del año 800

Mapa de Europa alrededor del año 800 donde pueden apreciarse los límites de las principales potencias económicas, políticas y militares de la época.


El 28 de enero de 814 Carlos I el Grande, más conocido como Carlomagno, rey de los francos y emperador de Occidente, falleció en su residencia de Aquisgrán, al oeste de Alemania.


Corría el año 768 cuando murió Pipino el Breve, por entonces rey de los francos, y repartió el reino entre sus dos hijos: Carlos y Carlomán. Éste último murió en 771 cuando aún era joven. Fue el primogénito, el futuro Carlomagno, quien heredó y reconstruyó el reino de los francos, que el día de Navidad del año 800 -día en que Carlomagno recibió la corona imperial de manos del papa León III- se convirtió en el Imperio carolingio, restaurando así el Imperio romano de Occidente, desaparecido en el año 476.


Su extensión geográfica abarcaba Francia, Suiza, Austria, Bélgica, Holanda y Luxemburgo, y la mayor parte de Alemania, Italia, República Checa, Hungría, Eslovaquia y Croacia. Por ello, se le reconoce a Carlomagno como el padre de Europa. Su extenso reino no incluía la península Ibérica, a cuya conquista renunció tras la batalla de Roncesvalles (778), en el Pirineo navarro, por lo que tuvo que contentarse con establecer una marca fronteriza al sur de los Pirineos, la Marca Hispánica, para proteger al reino franco de las incursiones de los musulmanes.


LA RESIDENCIA DE CARLOMAGNO


El palacio de Aquisgrán fue la residencia fija de Carlomagno hasta su muerte y el lugar desde el que gobernó el Imperio. Este suntuoso complejo residencial fue destruido a lo largo de los siglos, pero todavía se conserva la Capilla Palatina, el núcleo de la catedral de Aquisgrán, donde fue sepultado el emperador. En el siglo XII, sus huesos fueron depositados en el llamado sagrario de Carlomagno, expuesto en la misma catedral.


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