Pocos nombres como Verdun son sinónimo de muerte , devastación y sufrimiento indescriptible . La batalla de Verdún , o más bien la campaña de Verdún , fue una de las más largas, sangrientas y, paradójicamente, inútiles de toda la Gran Guerra . Al final ninguno de los dos contendientes había logrado en lo más mínimo sus objetivos iniciales, pero ambos salieron exhaustos, los franceses más que los alemanes. Tuvo lugar del 21 de febrero al 19 de diciembre de 1916 .
La batalla de Verdún: causas y orígenes
A principios de 1916, los alemanes estaban decididos a forzar una decisión para llevar la guerra a una conclusión rápida y favorable. Al identificar en los franceses al enemigo derrotado cuyas hostilidades cesarían, optaron por llevar a la nación transalpina al desgaste, tanto material como moral.
Según el emperador Wilhelm II, el principal enemigo de Alemania era Gran Bretaña, que fue derrotada al tomar "la mejor espada que poseía de sus manos" . Ese es el ejército francés.
El plan era elegir un objetivo que los franceses consideraban vital y que, por tanto, se veían obligados a defender a cualquier precio; y consistía en lanzar oleadas sobre oleadas de ataques contra este objetivo, con el fin de atraer gradualmente las reservas del enemigo, hasta que el enemigo ya no tuviera los medios y materiales disponibles y tuviera que aceptar la rendición.
Cabe señalar que Alemania tenía 65 millones de habitantes al inicio de las hostilidades, en comparación con 39 millones de franceses. Fue por tanto una clara superioridad alemana, aunque mitigada por la necesidad de luchar en varios frentes. En pocas palabras, los alemanes estaban convencidos de que las fuerzas del enemigo se agotarían antes que las suyas.
La ciudad de Verdun
En ese momento, Verdún tenía solo 3.000 habitantes y no tenía importancia económica. Sin embargo, desde un punto de vista estratégico, se consideró imprescindible, porque era el punto focal de la defensa francesa , uniendo los dos sectores del frente: norte y sur. También fue un saliente que se encajó, con efectos deletéreos, en las líneas alemanas.
Por último, Verdún tenía un fuerte valor simbólico: rodeado como estaba por fortalezas que fueron construidas bajo el Rey Sol , conquistadas por los prusianos en 1792 pero no convencidas de la incluso victoriosa, desde el punto de vista alemán, la guerra de 1870. elegido como punto en el que lanzar el ataque. La responsabilidad de esto fue confiada a Erich von Falkenhayn , Jefe de Estado Mayor y Ministro de Guerra.
Las primeras operaciones
El mal tiempo determinó el aplazamiento de las operaciones ofensivas hasta el 21 de febrero de 1916 ; operaciones que los alemanes habían planeado comenzar el 12 de febrero. La principal consecuencia de este retraso fue la desaparición de la sorpresa táctica que había podido lograr el Alto Mando germánico.
Los soldados de infantería del Emperador se encontraron así frente a enemigos que los estaban esperando.
No obstante, los alemanes lograron algunos éxitos. En particular, el 25 de febrero de 1916 asaltaron Fort Douaumont, con un golpe de suerte. Esta posición vio en los meses siguientes varias contraofensivas francesas que se coronaron con éxito solo en octubre, cuando los alemanes habían despejado parcialmente la posición, que ya no se consideraba de importancia primordial.
Los éxitos del Imperio Alemán se debieron principalmente a una concentración sin precedentes de artillería, 850 piezas, incluida la famosa “ Grande Berta ” y un cañón naval Krupp montado en un vagón de ferrocarril. También se utilizaron nuevas armas para la época, como lanzallamas y aviones.
Por otro lado, los franceses fueron tomados relativamente por sorpresa y lucharon por llevar sus reservas a la línea del frente, debido a la existencia de una única carretera que conduce al sector.
Llega Pétain
El mismo día de la caída de Fort Douaumont , hubo un cambio importante en los comandos franceses. El mando del sector fue confiado a Philippe Pétain , un general carismático muy querido por los soldados por cuyas vidas mostró un respeto decididamente poco común en ese momento.
Con Pétain, los franceses eligieron una estrategia defensiva, en marcado contraste con su doctrina de antes de la guerra, que se basaba únicamente en el ataque. El futuro mariscal emitió una orden clara y sintética: ¡no cedan más terreno!
Estaba preocupado por salvar las vidas de sus hombres tanto como fuera posible;
construyó carreteras y mejoró la logística para asegurar el flujo de materiales a la línea del frente;
introdujo la rotación de hombres, que podrían beneficiarse de cambios de rotación más frecuentes en la parte trasera.
Así, las operaciones adquirieron características que se asocian comúnmente con la llamada " guerra de trincheras ".
Marzo también fue inesperadamente frío y lleno de precipitaciones, incluso nevadas: todos estos factores contribuyeron a detener a los alemanes. En este período, un joven oficial francés, Charles De Gaulle , se distinguió en las operaciones ; herido, será capturado y permanecerá prisionero hasta el final del conflicto.
Los franceses al ataque
Pero una estrategia de pura oposición no podía ser aceptada indefinidamente por el Estado Mayor francés; como se ha dicho, era hijo de una doctrina que sólo conocía una palabra: ataque . En abril, Pétain fue reemplazado y los franceses pasaron a la ofensiva.
Los hombres volvieron a ser carne de cañón y fueron arrojados en oleadas sucesivas contra trincheras y preparativos defensivos que, simplemente, no pudieron conquistar.
Cabe recordar que las trincheras eran solo una parte de los sistemas de defensa compuestos por ametralladoras, alambradas, caballos frisones, etc., contra los cuales debían lanzarse hombres a pie y abrumados por armamento, cruzando al aire libre "tierra de nadie". ": el espacio entre tu propia trinchera y la enemiga.
Además, los heridos a menudo eran enviados de regreso a la línea del frente después de recibir atención sumaria. Es aquí donde se puede encontrar buena parte del horror de la batalla de Verdún , precisamente por el agotamiento de ese material humano que no se tuvo en cuenta. Los traumatizados fueron acusados de cobardía y declarados capaces de combatir: regresaban a esas trincheras donde solo les esperaba frío, suciedad, gases letales y enfermedades, cuando no una bala enemiga.
En última instancia, las ofensivas de los transalpinos tuvieron el único efecto de aumentar drásticamente el número de bajas en ambos lados.
El epílogo de la batalla de Verdún
Insatisfechos con los resultados obtenidos, tras una última ofensiva "limitada" (junio de 2016), durante la cual perdieron otros 250.000 hombres, los Altos Mandos del Ejército Imperial sustituyeron a Falkenhayn por la pareja formada por Paul von Hindenburg y Erich Ludendorff; ellos, a su vez, eligieron una estrategia defensiva, esperando los ataques enemigos.
En parte, la decisión se debió a la ofensiva británica contemporánea , más al norte, en lo que más tarde se etiquetará como la Batalla del Marne , y cuyo objetivo principal era precisamente "aliviar" la situación de los exhaustos franceses en los alrededores de Verdún.
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