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SOBRE...

GRANDES DOCUMENTALES

El documental, entre definiciones e indefiniciones

Los discípulos, que sólo veían ríos en los ríos y árboles en los
árboles -todo como distinto: sólo lo diverso en lo Uno-
emprendieron el camino de la liberación de Maya y del Karma;
y dejaron de ver los ríos como ríos y los árboles como árboles
-todo como lo mismo: sólo lo Uno en lo diverso. La mayoría
se quedó perdida en la nueva Ilusión. Pero pocos siguieron
con sacrificio y cordura, podían ver de nuevo ríos como ríos y
árboles como árboles. Descubrieron la Realidad Suprema: Lo
diverso en lo Uno y lo Uno en lo diverso.

Parábola Zen

 

¿Puede uno definir -deslindar y referir con exactitud y validez universal- un ámbito de manifestaciones tan plurales y, a menudo, ambivalentes y subjetivas como el documental, sobre todo en estos tiempos en que algún sector de la postmodernidad, muy trasnochado y pleno de diletantismo (sin un ápice de la fecundidad del vivido por Oscar Wilde y Baudelaire) abjura de definiciones y sistemas conceptuales, por incapacidad o por pereza y sin advertir que no son lo mismo sistemas teóricos que políticos y sociales? ¿Es posible y, en todo caso, deseable y conveniente el ejercicio de definir; o habríamos de considerar ya agotadas las pautas desbrozadas por tantos maestros del saber como Sócrates y Aristóteles, Tomás de Aquino y Bacon, Descartes, Kant, Hegel, Ayer y otros capaces de las más sutiles distinciones y propuestas?

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Apostamos a favor, y no porque neguemos los riesgos conceptuales que siempre ha habido sobre todo en los extremos, los excesos en que sí se han anquilosado a menudo los rigoristas a ultranzas; ni dejemos de abrazar gustosos las suavidades de contorno que reclaman todas las concepciones y acercamientos mentales a la realidad (otro concepto espinoso, que siempre tomaremos con cuidado, respetando determinaciones y salvedades previas), en especial y en nuestro caso, a las realidades artísticas.

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Asumimos y defendemos el ejercicio de deslindes y de rigurosidad conceptual con plena conciencia de las múltiples perspectivas emergentes en cualquier clase de correlaciones y, por ende, en las artísticas generales y en las genéricas más específicas; perspectivas y correlaciones tan necesarias y efectivas como a menudo opacas: existe el sur porque hay un norte, de lo contrario, no habría ni norte ni sur; ni arriba ni abajo, grande o pequeño, caliente y frío. Asimismo, conscientes de que importa el lugar desde donde se mire o evalúe. Si fácil es percatarse a veces de los árboles y otras sentir el bosque; difícil resulta llegar al final del camino y vivenciar a la vez el bosque en la multiplicidad de árboles y la singularidad de cada árbol en el bosque. Leer Más

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