A principio de 1506, muere Isabel la Católica. Juana y Felipe el Hermoso regresan a Castilla para reclamar la Corona...
Nace en Gante (Bélgica), el 24 de febrero de 1500. Era hijo de Juana I de Castilla (la Loca) y de Felipe el Hermoso. Era pues nieto de Maximiliano I de Habsburgo y de María de Borgoña por parte de padre y de Isabel I de Castilla y Fernando el Católico por parte materna.
¿Cómo nació Carlos I?
Se celebraba una fiesta en la noche del 23 al 24 de febrero de 1500 en el palacio Casa del Príncipe de Gante. Cuando Juana comenzó a sentir fuertes dolores de tripa. Creyó, que este dolor era fruto de una mala digestión, fue al baño y sin ayuda de nadie dio a luz a Carlos, a las tres y media de la madrugada.
Fue bautizado, el 7 de marzo de 1500. Ofició la ceremonia, el obispo de Tournai, Pierre Quick, en la catedral de San Bavón. Actuaron como madrina, Margarita de Austria, viuda del príncipe Juan y Margarita de York, esposa de Carlos el Temerario. Como padrinos, el príncipe de Chimay, Carlos Croy y el señor de Vargas.
Enseguida su padre Felipe el Hermoso, le nombra Duque de Luxemburgo y Caballero de la Orden borgoñona del Toison de Oro. A finales de 1501, Felipe el Hermoso y Juana I de Castilla regresan a España para ser nombrados por las Cortes como sucesores de los Reyes Católicos.
Sin embargo, Carlos permanece en Flandes bajo el cuidado de Margarita de York, pero al ser ésta ya mayor, se hace cargo del cuidado de Carlos, Ana de Borgoña, señora de Ravenstein. Se nombra como jefe de la Casa del príncipe Carlos a su padrino Carlos de Croy, que elije a maestros borgoñones, para que se encarguen de la educación del príncipe.
Maximiliano I de Habsburgo, en 1509, ordena que el señor de Chiévres, Guillermo de Croy sustituya a su primo Carlos de Croy como jefe de la Cámara de Carlos. Es nombrado como maestro de Carlos, Adriano de Utrech, que era deán de la catedral de Lovaina y acabó siendo Papa con el nombre de Adriano VI.
Toda la educación del príncipe Carlos se desarrolló en Flandes y en consecuencia en la cultura flamenca. Cuando vino a España no dominaba el castellano.
Fernando el Católico sabe, que Carlos será el futuro heredero de sus reinos y envía a Flandes al humanista español Luis Cabeza de Vaca, para que le enseñara castellano y las costumbres y usos del país.
En los inicios de 1515, el emperador Maximiliano I declara mayor de edad a Carlos y consigue, que los Estados Generales le nombren Señor de los Países Bajos.
¿Qué pasa en Castilla después de la muerte de Isabel I la Católica?
A principio de 1506, muere Isabel la Católica. Juana y Felipe el Hermoso regresan a Castilla para reclamar la Corona. Sin embargo, el reinado de Juana y Felipe es corto, porque muere él de forma prematura en septiembre de 1506. Fernando el Católico, retoma el poder en Castilla, al declarar que su hija estaba loca y ordena, que sea encerrada de por vida en un convento de Tordesillas. De esta forma, Fernando el Católico sigue como rey de Aragón y regente de Castilla.
Había serias dudas sobre quién sería el sucesor de Fernando el Católico como rey de Aragón y de Castilla, pues Fernando I de Habsburgo era el nieto favorito del rey Fernando el Católico y tenía una educación acorde con los usos y costumbres castellanas.
El cardenal Adriano de Utrech viaja a España para conseguir, que Fernando el Católico respetara a Carlos como su sucesor. Fernando el Católico redacta su último testamento, el 22 de enero de 1516. Nombrando a Carlos como Gobernador y Administrador de los reinos de Castilla y León, en nombre de la reina Juana I, que estaba incapacitada por su locura. Deja la Corona de Aragón a Juana I, pero nombra al príncipe Carlos como Gobernador General de Aragón.
Tras la muerte de Fernando el Católico y mientras el príncipe Carlos llega a la Península, gobernará Castilla, el cardenal Cisneros y el reino de Aragón el arzobispo Alonso.
En 1516, tras morir su padre, Fernando el Católico, Juana se convirtió en reina nominal de Aragón. Tras algunos debates, las Cortes de Castilla se resistieron a declararla incapaz. Carlos se aprovechó de esta situación de dudosa discapacidad.
Carlos asegura su posición como rey, gracias al Papa León X, por medio de la Bula “Pacificus et aeterum” publicado, el uno de abril de 1517. Carlos llega a España, desembarcando en Asturias. De ahí, se traslada a Tordesillas (Valladolid), visitando a su madre Juana la Loca, el 4 de noviembre de 1517, lugar de su reclusión.
El señor de Chiévres consigue de la reina Juna el acta, por el que reconocía a su hijo Carlos el derecho a gobernar en su nombre, por lo que de esta forma se daba una cierta legitimidad a Carlos para ejercer el poder en España.
Carlos se aprovechó de esta situación para proclamarse Rey, de forma que añadió los títulos, que le correspondían a Juana, quien siempre tuvo el título de Majestad.
De esta forma, Carlos y su madre Juana correinaran en Castilla y Aragón y, mientras vivió ésta, en los documentos oficiales debía figurar, en primer lugar el nombre de la reina Juana.
En opinión de muchos historiadores, Carlos lo que hizo fue dar un golpe de Estado contra su madre, en cuyo nombre se vio obligado a reinar prácticamente toda su vida, ya que Juana murió en 1555.
Carlos I permaneció en Valladolid, recibiendo la noticia, de que el cardenal Cisneros había fallecido. Éste siempre fue el principal soporte, para que Carlos gobernara Castilla.
Las Cortes de Castilla reunidas, el 9 de febrero de 1518, en la ciudad de Valladolid, juraron como rey a Carlos junto a su madre Juana y se les concede 600.000 ducados. Sin embargo, estas mismas Cortes le hacen una serie de peticiones al nuevo rey Carlos, debemos destacar:
- Aprender a hablar castellano.
- El cese del nombramiento de extranjeros.
- El trato más respetuoso a su madre Juana, recluida en un convento de Tordesillas.
- La prohibición de la salida de metales preciosos y caballos de Castilla.
En mayo de 1517, los tres estamentos del Reino de Navarra, reunidos por el Virrey Antonio Manrique de Lara, juraron fidelidad a Carlos como su rey y señor natural.
La Corona de Aragón estaba sumergida en aquellos momentos históricos en una situación caótica, pues el Justicia de Aragón impedía gobernar al arzobispo Alonso de Aragón. La Diputación del Reino había reconocido a Juana como heredera de la Corona, pero dada la enfermedad que padecía no podía reinar, por lo tanto debía ser apartada del gobierno para que reinara su hijo Carlos. Ninguna institución de la Corona de Aragón le reconocía a Carlos el título de Rey, mientras que no jurara los fueros y libertades del Reino.
Carlos llegó a Zaragoza, el nueve de mayo de 1518. Las sesiones de las Cortes de Aragón comenzaron el 20 de mayo. Fruto de estas reuniones se acuerda el 29 de julio, que Carlos sea jurado como Rey de la Corona de Aragón. Juana era reconocida también como Reina, siendo esta con una forma nominal debido a su enfermedad. Le son entregadas 200.000 libras
Se trasladan a Barcelona, haciendo su entrada, el 15 de febrero de 1519. Son convocadas inmediatamente las Cortes catalanas. Tras largas deliberaciones, las Cortes catalanas juran a Carlos y Juana el 15 de abril del mismo año. Se le otorgaron 300.000 libras. pero hasta los inicios de 1520 no fueron cobradas.
SU MATRIMONIO
Se casa con su prima Isabel de Portugal, el once de marzo de 1526. El lugar elegido son los Reales Alcázares de Sevilla, en una ceremonia muy espectacular y pomposa.
Fruto de dicho matrimonio son seis hijos:
Felipe, que gobernó España con el título de Felipe II.
María de Austria, que se casó con su primo hermano Maximiliano II de Austria y tendría quince hijos.
Fernando, fallecido al nacer.
Juana de Austria, que se casó con el príncipe de Portugal, Juan Manuel de Portugal.
Juan, que solamente vivió seis meses.
Juan, muerto al nacer y que también provocó la muerte de la emperatriz Isabel de Portugal.
LOS HIJOS BASTARDOS DE CARLOS I
Como se puede comprobar por las fechas de sus nacimientos, el emperador Carlos I tuvo hijos bastardos antes del matrimonio y después de quedar viudo, nunca en su matrimonio. Veamos
Isabel de Castilla, nacida en 1518, fruto de su relación con la reina viuda Germana de Foix, su abuelastra. ¿Cómo fue su relación?
Fernando el Católico en su testamento dispuso, que su segunda esposa, Germana de Foix, fuera cuidada por su nieto Carlos I. Era una mujer bella.
Pronto el joven rey Carlos se puso a cumplir con entusiasmo el mandato testamentario de su abuelo Fernando, ya que se ocupó intensamente de la viuda. Al buen entendimiento, contribuyó la gran belleza de Germana y que ambos hablaran el francés como lengua materna.
Carlos no hablaba castellano ni conocía a los nobles de España. Le resultó muy útil encontrarse con una mujer que había gobernado el Reino de Aragón y conocía a todas las personalidades de la Corte de Castilla.
Germana de Foix se traslada a Valladolid y se instala en un palacio junto al que utilizaba el rey Carlos. Carlos I de España tenía 17 años y Germana 29.
El enamorado joven se dedicó a impresionar a Germana, organizando espectaculares torneos, en los que participa propio rey. Para que no se supiera que pasaban tanto tiempo juntos y tratar de mitigar las habladurías acerca de tan escandalosos amoríos entre Germana y un rey extranjero, Carlos ordenó construir un puente de madera entre el Palacio Real de Valladolid y el palacio donde residía Germana, para no ser vistos y así ocultar dicha relación.
Poco más de un año después de conocerse, Germana concibió una hija, la Infanta Isabel de Castilla. El joven rey nunca la llegaría a reconocer. Isabel estuvo carente del contacto con sus padres, al estar cuidada por extraños. Se dispone de muy pocos datos sobre ellas, pues su vida transcurrió recluida en el convento de Nuestra Señora de Gracia, en Madrigal de las Altas Torres (Ávila).
Esa comunidad ya albergaba a dos hijas bastardas del Rey Fernando el Católico; ambas se llamaron María. Una de ellas era hija de la dama portuguesa María de Pereira, en tanto que, la otra era hija de la dama vasca Toda de Larrea. Solo en su testamento Germana de Foix se atrevió a poner por escrito, que era hija de Carlos el Emperador; también la legó un importante collar de 133 perlas, aunque poco uso podría hacer de él, una joven monja de 18 años.
El Emperador no olvidó a Germana, retrasando varios años el cumplimiento del compromiso matrimonial con Isabel de Portugal, que fue quien acabaría sustituyendo a Germana en el corazón de Carlos. Germana nunca perdió el favor del rey y le acompañó en diversos viajes por el Imperio. Abandona la Cirte en el año 1523, cuando es nombrada Virreina de Valencia.
En 1519, Germana de Foix, acompaña a Carlos I de España y a la hermana de este, Leonor, a Zaragoza y Barcelona para celebrar Cortes y ser jurado como rey. Allí se decidió, para lavar la imagen del futuro emperador ante la opinión pública, el casamiento de Germana de Foix con Juan de Brandemburgo-Ansbach, miembro del séquito personal de Carlos I, poniendo así fin a los amores con su abuelastra. Carlos I la nombró virreina y lugarteniente general de Valencia y al marqués de Brandeburgo, capitán general del Reino.
Margarita de Austria, de 1522, de su relación con Juana Van der Gheest.
Tadea de Austria, de 1523, de su relación con Orsolina della Penna.
Después de la muerte de su esposa Isabel de Portugal nace el gran Juan de Austria en 1547, fruto de su relación con Bárbara Blomberg.
Bárbara Blomberg conoció, en 1546, al emperador Carlos V, cuando este asistía a la Dieta Imperial. De este encuentro y de los amores de ambos, nació en 1547 don Juan de Austria, reconocido hijo bastardo del emperador.
Bárbara era hermosa y con dotes para el canto, se desposó tres años después con Jerónimo Píramo Kegel , siendo el tutor de don Juan, a quien dio su nombre, encubriendo los amores de Carlos V. A cambio obtendría el cargo de comisario en la corte de María de Hungría en Bruselas, donde vivirá Bárbara desde 1551. En 1569, con 42 años, enviudó de su marido, pasando a recibir, a petición del Duque de Alba, Fernando Álvarez de Toledo y Pimentel, una pensión del propio emperador y posteriormente del rey Felipe II de España como madre de don Juan.
Bárbara era de carácter libertino, la forma de vivir escandalosa y despilfarradora era conocida con el sobrenombre de la "Madame". Este comportamiento llamó la atención de su hijo, por aquel entonces gobernador de los Países Bajos, que logró traerla mediante engaños a España. El 3 de mayo de 1577, desembarca en el puerto de la villa cántabra de Laredo, esperándola Magdalena de Ulloa, viuda de Luis Quijada, con quien se había criado y educado su hijo, Juan de Austria. Posteriormente, ingresa en el convento castellano de Santa María la Real de San Cebrián de Mazote (Valladolid).
A la muerte de su hijo, en 1578, Bárbara Blomberg pidió trasladarse a Colindres, pues en el monasterio la vida le resultaba muy ingrata. Le acompañaron en su viaje a Trasmiera su otro vástago, Conrado de Píramo, su nuera, la baronesa de San Martín María de Algora, y sus cuatro nietos.
Vivió en casa de Juan de Escobedo, antiguo secretario de su difunto hijo, para trasladarse, en 1584, a la casa del aposentador Juan de Mazateve en Ambrosero (Cantabria), pasando los últimos años de vida.
El 18 de diciembre de 1587, muere Bárbara, la que fuese amante del emperador Carlos V, siendo enterrada en la iglesia de San Sebastián mártir del Monasterio de Montehano, en Escalante (Cantabria).
¿Cómo era Carlos I?
Así describía el embajador veneciano, Gaspar Contarini, al emperador Carlos I, cuando se iba a casar:
“Es de estatura mediana, más no muy grande, ni pequeño, blanco, de color más bien pálido que rubicundo; de cuerpo, bien proporcionado, bellísima pierna, buen brazo, la nariz un poco aguileña, pero poco; los ojos ávidos, el aspecto grave, pero no cruel y severo, ni en él otra parte del cuerpo que pueda inculpar, excepto el mentón y también toda su faz interior, la cual es tan ancha y tan larga, que no parece natural de aquel cuerpo; pero parece postiza, donde ocurre que no puede cerrar la boca, unir los dientes inferiores con los superiores; pero los separa una especie del grosor de un diente, donde en el hablar, máxime en el acabar de la cláusula, balbucea alguna palabra, la cual por eso no se le entiende muy bien”.
El mayor defecto físico del rey Carlos era su prominente mentón, que le ocasionaba problemas al comer y de digestión. Al mismo tiempo, hacía que su pronunciación presentara serias dificultades, lo que hizo que tuviera un carácter muy callado.
Destacaba por su extrema religiosidad. Solía oír varias misas diarias. Contarini habla de la sequedad del carácter del rey con sus súbditos, decía: “Es muy poco afable, más bien avaro que liberal, por lo que no es muy querido; no demuestra ser ambicioso de Estado, pero tenía gran ambición de combatir y desea mucho encontrarse en un jornada de guerra; demuestra también tener gran deseo de hacer la empresa contra los infieles”.
No perdonaba fácilmente, a los que le ofendían. A lo largo de su vida, hay muchos comentarios sobre sus excesos con la comida, que al final le llevaron a padecer la enfermedad de la gota. Se dice, que siempre comía al estilo flamenco, es decir, siempre bebiendo cerveza.
Carlos tenía una memoria privilegiada y hablaba varios idiomas. Alonso de Santa Cruz, dice “Fue muy agudo y muy claro de juicio, lo cual se veía en él por el conocimiento, que tenían de todos los casos y en la buenas razones, que daba de todas ellas. Conociese su gran memoria en la variedad de las lenguas, que sabía, que eran: el flamenco, italiano, francés, español, las cuales hablaba tan perfectamente cono si no supiera más que una”.
Como muchos soberanos de su época, le gustaba el arte, en concreto la música. Siempre se hacía acompañar por músicos en sus viajes por Europa. Formó una capilla musical, que fue de las más importantes de la época, y fue una de las herencias que legó a su hijo Felipe II. Carlos tuvo una gran afición en coleccionar relojes y mapas.
EL FINAL DE CARLOS I
En las abdicaciones de Bruselas del 25 de octubre de 1555, Carlos I deja el gobierno imperial a su hermano Fernando y la de España y las Indias a su hijo Felipe II en 1556. Esta renuncia se debe a las continuas guerras que debe hacer frente y a la mala situación financiera del país.
Tenía la enfermedad de la gota y busca retirarse a una zona, que haga buen clima. Se elige la zona extremeña y se instala, en un primer momento, en Jarandilla de la Vera, en casa del IV Conde de Oropesa. Espera ahí hasta que se concluya la casa, que se había hecho levantar junto al monasterio de Yuste, regentado por los Jerónimos. Fallece, el 21 de septiembre de 1558. como consecuencia del paludismo.
En su testamento reconoce a Juan de Austria como hijo suyo nacido de la relación extramatrimonial con Bárbara Blomberg en 1545.
En 1573, su hijo Felipe II traslada los restos de su padre Carlos I y el de la infanta Leonor de Austria, reina de Portugal, al monasterio de El Escorial. El ataúd de Carlos I se encuentra situado en la Cripta Real, conocida como Panteón de los Reyes.
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