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Foto del escritorAndrés Cifuentes

Guerra de Jonia


La Guerra de Jonia también llamada Jónica o Decélica fue la última fase de la guerra del Peloponeso y recibe este doble nombre, debido a los dos frentes principales donde se desarrolló: Decelia, era una localidad cercana a Atenas, situada a unos 21 km al norte de la ciudad, desde donde la capital fue incesantemente atacada por los espartanos, con su rey Agis II (427-400/399 a.C.) de la dinastía de los Euripóntidas, hijo de Arquidamo II, el rey que había invadido el Ática en el 428 a.C.243 La costa anatólica de Jonia, donde se sucedían las defecciones y revueltas contra Atenas.


Los caracteres de la nueva guerra


Los caracteres de este nuevo período de luchas y las consecuencias que tuvo en los contendientes fueron también factores negativos para Atenas que se unieron a las consecuencias del desastre de la expedición a Sicilia: Las consecuencias económicas (pérdida de recursos) y políticas.

A esto se sumó que Esparta asumió el liderazgo perdido por los atenienses, y no dudó en pactar con Persia, que financió sus empresas e incitó a las ciudades jónias a la rebelión. Los principales personajes persas de esta etapa fueron Darío II (424-405 a.C.) y los sátrapas Tisafernes y Famabazo. En la política griega volvió a aparecer Alcibíades.


La crisis política de Atenas: El gobierno de las Cuatrocientos (411 a.C.)


El descontento popular contra los políticos de la democracia radical y el recelo de las clases acomodadas llevó a una crisis política que terminaría con la derogación del sistema democrático, siguiendo unos mecanismos legales. Además de suspenderse las magistraturas existentes y el pago de las indemnizaciones por las funciones políticas, se instituyó el Consejo de los Cuatrocientos, que sustituyó a la Boulé o Consejo de los Quinientos. Consejo que tendría total autoridad, con 5 presidentes o Proedros, que a su vez elegían a los restantes miembros del Consejo.

Esta situación de inestabilidad se vio agravada por la sublevación de la flota establecida en Samos, que no aceptó esta transformación del régimen político, destituyendo a los oligarcas y eligiendo Estratego a Alcibíades, situación que desembocó finalmente en el final del régimen oligárquico de los Cuatrocientos; la aparición de Teramenes, que impulsó a los hoplitas a conceder el poder a la Asamblea de los cinco mil, cuya primera decisión fue decretar el retorno de Alcibíades a Atenas.


Los últimos acontecimientos de la Guerra de Jonia


La lucha en el Helesponto: Victorias atenienses. Petición de paz por Esparta.


Entre el 411 al 410 a.C.. Atenas consiguió tres victorias navales en el Helesponto: Cinosema, Abidos y Cícico. No son bien conocidas porque la narración de Tucídides acaba con la batalla de Cinosema, iniciándose las Helénicas de Jenofonte con la victoria de Cícico (marzo del 410).

En los años posteriores (409 y 408 a.C.) continuaron los sucesos favorables a Atenas: Trásilo recuperaba Tasos y algunas posiciones en Tracia. Alcibíades conquistaba Bizancio y Calcedonia. pudiendo regresar triunfalmente a Atenas, siendo elegido Estratega en el año 407-6 a.C. y concediéndole poderes extraordinarios para dirigir la guerra en el Helesponto.


La derrota ateniense de Notion. (Éfeso). Significado y consecuencias.


Entre finales del 407 y principios del 406 a.C. la flota de Alcibíades dirigida por su lugarteniente Antíoco fue derrotada en la batalla naval de Notion (o Éfeso). Este fracaso ateniense significaba:

  • La aparición del navarco espartano Lisandro, quizá el más hábil y audaz de los generales lacedemonios y uno de los más brillantes estrategas griegos en el marco de la Guerra Jonia.

  • La definitiva colaboración persa con Esparta. Persia enviaba junto con su ayuda económica al propio hijo de Darío II, Ciro. El buen entendimiento de Lisandro y Ciro causarían el definitivo fracaso de Atenas.

  • El final político de Alcibíades. que tras la derrota de Notion se vio obligado a abandonar definitivamente la escena política griega.

La victoria ateniense de las Arginusas (406 a.C.)


En ese mismo año (406 a.C.) se produjo la última victoria naval ateniense, en las islas Arginusas, frente a la isla de Lesbos, en la costa de Asia Menor, donde Trásilo con otros estrategas atenienses vencieron a la escuadra espartana dirigida por Calicrátes.

Pero el significado de la batalla de las Arginusas adquirió una dimensión social y política por encima de la militar para el historiador por los efectos que causó en el pueblo ateniense la condena de los generales vencedores, acusados de no ayudar a los náufragos, alegando un peligro de tormenta.

Esta actuación demostraría el fatal funcionamiento de la Democracia radical. El proceso, al parecer, fue provocado o al menos dirigido por Terámenes.

El episodio contra los navarcos de la batalla de las Arginusas provocó que Atenas perdiese a sus mejores generales y principales defensores de los ideales democráticos, en unos momentos difíciles y cruciales.

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