Felipe III fue un mal rey y en su reinado se consolidaron una serie de vicios financieros, que serán copiados en siglos posteriores.
Nace en el Real Alcázar de Madrid, el 14 de abril de 1578. Sus padres son Felipe II y Ana de Austria.
Cuando nace ya había delante de él dos posibles herederos, los infantes Fernando y Diego. Sin embargo, Fernando muere en 1578 y su hermano Diego en 1582 como consecuencia de una epidemia que casi acaba también con Felipe III. De esta forma se convierte en heredero con tan sólo cuatro años.
Felipe se quedó sin madre a la edad de dos años. Su padre quiso darle una educación muy estricta en todos los aspectos, hasta en sus diversiones, dependía del arbitrio real.
Las alteraciones de moneda de 1599, 1602, 1603 provocaron la retirada de la circulación de oro y plata y en consecuencia la devaluación del vellón y el agravamiento de la crisis financiera del Reino. Como resultado de ello fue la bancarrota total del Reino de España de 1612
Se rodeó al príncipe de preceptores y profesores muy mayores, privándole de la compañía de niños de su edad y no teniendo contacto con la sociedad. Sus principales referentes fueron el marqués de Velada y el capellán García de Loaysa, que era ambos colaboradores asiduos de Felipe II.
El profesor que más le influyó fue el humanista flamenco Jean de L’Hermite, que consiguió no sólo enseñarle francés sino que le despertó enteres por la vida.
Este tipo de educación estricta, lo que consigue es convertir a Felipe III en una persona apocada, con falta de iniciativa y de curiosidad. En un informe, que el capellán García Loaysa manda a Felipe II, habla que el príncipe era una persona inteligente y dócil, aunque también perezoso, abúlico y falto de experiencia en la vida. Como solución ante estas carencias del príncipe, plantea una educación mucho más flexible, haciéndole participar en la vida cortesana y sobre todo, que empiece a ser educado en los asuntos políticos.
Felipe II accede a estas demandas de los tutores y le hace participar en las reuniones de la llamada “Junta de la noche”. En estas reuniones, el príncipe Felipe da muestras de un gran desinterés. Para estimularlo, su padre le hace reemplazarlo en algunas ceremonias e incluso a partir de 1596, que firme en su nombre las acciones de gobierno.
Felipe II enseguida se da cuenta de las pocas cualidades que atesora su hijo heredero, así que en una ocasión dice: ”Dios, que me ha dado tantos Estados, me ha negado un hijo capaz de gobernarlos”. En otro comentario, no dejó duda de la falta de capacidad del príncipe, cuando dice “Me temo que le han de gobernar”.
Felipe III tenía el pelo muy rubio, era algo más alto que su padre, con prominente nariz, cejas arqueadas, era de muy buen parecer, gentil, más bien delgado, piadoso, extremadamente dócil y falto de carácter y de decisión.
Felipe III fue proclamado, el uno de febrero de 1583, en Lisboa, Príncipe de Beira, título de los herederos a la corona de Portugal. Fue nombrado príncipe de Asturias, el once de noviembre de 1584, príncipe de Viana por Navarra en 1585 y Príncipe de Gerona, ratificado por las Cortes de Aragón en 1585 y por Cataluña en 1586.
EL MATRIMONIO CON MARGARITA DE AUSTRIA
Felipe II fue quien eligió la esposa de su hijo. Tuvo claro desde el principio que debía ser una hija de su primo el Archiduque Carlos de Austria y de su esposa María de Baviera. Dicho matrimonio tenía cuatro hijas: Catalina, Gregoria, Leonor y Margarita.
Felipe pidió a su hijo que eligiera a una de las hijas del archiduque Carlos de Austria, enseñándole el retrato de las cuatro hermanas. El príncipe le contesto “de ningún modo he de consentirlo, padre. Dejó el asunto en manos de su majestad”. Felipe II pidió que se llevará los cuatro retratos a su habitación y allí eligiera. El príncipe le contestó ”yo, padre, no tengo más gusto que el de su majestad, quien se ha de servir de elegir, estando cierto que la que vos escogierais me parecerá la más hermosa”.
Empezó por la mayor, Catalina, pero murió rápidamente, lo mismo sucedió con la segunda hija, Gregoria. La tercera hija Leonor estaba muy enferma. Por lo cual, a Felipe III lo casaron con Margarita de Austria.
Su boda se celebra por poderes, el trece de noviembre de 1598 y hubo un doble matrimonio. Por un lado, Felipe III y Margarita de Austria y el segundo fue el del archiduque Alberto de Austria con la hermana de Felipe III,
Isabel Clara Eugenia. Este doble casamiento fue realizado por el Papa Clemente VIII.
El matrimonio definitivo se produjo en Valencia, el dieciocho de abril de 1599. Margarita tenía catorce años y Felipe III veintiuno. La boda fue fastuosa, como vemos en dos descripciones de la misma. Felipe de Gauna dice “la más gallarda festa solemnisimo sarao de caballero y damas que se dio para festejar las bodas de sus Magestades”.
La segunda es del famoso escritor Lope de Vega, que asistió a la boda, al ser secretario del marqués de Sarría, escribió este cuarteto:
“A las bodas venturosas De Felipe de Madrid Lo mejor del Manzanares Vino a Valencia del Cid”
Al conocerse se enamoraron. La lengua en la que se entendían era el francés, pues Margarita no sabía castellano y Felipe III, el alemán.
Tuvieron ocho hijos, de los cuales sólo cinco llegaron a la edad de adultos:
. Ana María Mauricia, nace en 1601, fue reina consorte de Francia y esposa de Luis XIII. . María de 1603, nace muerta. . Felipe de 1605, que será el futuro Felipe IV, que se caso con Isabel de Borbón. . María Ana de 1606, emperatriz del Sacro Imperio, esposa de Fernando III. . Carlos de 1607, vivió casi veinticuatro años. . Fernando de 1609, es conocido como el Cardenal Infante. . Margarita de 1610, nace muerta. . Alfonso de 1611, nace muerto.
Margarita muere, el tres de octubre de 1611, tras caer enferma después de su octavo embarazo, sin que los médicos pudieran saber las causas de tan extraña enfermedad. Corrió el rumor de que la reina fue envenenada lentamente por parte del duque de Lerma y de su amigo Rodrigo Calderón.
Hemos de saber que Margarita criticaba con dureza al mal gobierno del duque de Lerma y esta actitud de la reina ponía en peligro todo su poder.
La muerte de la reina Margarita, permitió al duque de Lerma alcanzar la cumbre de su poder. Felipe III fortaleció el poder de éste, pues redactó una cédula por la que se ordenaba a los presidentes de los Consejos a despachar directamente con el duque, al que permitió incluso firmar con su nombre. La cédula de 1612, es considerada como el acta de la fundación oficial del régimen del validamiento.
Felipe III fue un monarca débil y delicado, con un carácter apacible, le gustaban las matemáticas y era de misa diaria. Se arrodillaba ante cualquier miembro de la iglesia y le pedía la bendición.
FELIPE III Y EL DUQUE DE LERMA
El marqués de Denia, Francisco Gómez de Sandoval, tenía acceso al círculo restringido donde se movía el Príncipe. Su tutor Jean L’Hermite, vio en éste un peligro para Felipe III, pues supo ganarse el marqués su confianza y hacerse imprescindible mediante halagos y su generosidad, compensaba la escasez de dinero del príncipe. El marqués de Denia mostró al príncipe nuevos entretenimientos y le hizo conocer el mundo real fuera de la Corte.
Felipe II también consideraba muy negativamente la amistad de su hijo con el marqués de Denia. Para alejarlo de su hijo, le nombró en 1595, virrey de Valencia, para así alejarlo de la influencia del príncipe.
Tras la muerte de Felipe II y la llegada al poder de Felipe III se produce una limpieza total de los ministros que habían servido a su padre, entregando todo el poder al marqués de Denia.
Se inaugura con la llegada de Felipe III, el régimen del válido, que dominará la vida política de la monarquía de los Austrias durante todo el siglo XVIII.
Felipe III, el once de noviembre de 1599, firma un real decreto por el que el marqués de Denia sube de categoría aristocrática de manera que eleva a ducado el condado de Lerma que aquel tenía en herencia. Entre los principales hechos políticos cabe destacar.
El duque de Lerma convenció al rey, en 1601, para que trasladara la capital de Madrid a Valladolid. Previamente, el duque había adquirido terrenos y palacios en Valladolid para después vendérselos a la Corona. Todo esto le hizo ser el hombre más rico del Imperio. Tres fueron las causas de este cambio:
. En intento de beneficio financiero e inmobiliario que le supuso el cambio. . Alejar a Felipe III de la influencia de su abuela, la emperatriz María, que vivía en el convento de las Descalzas Reales y que mostraba su más firme oposición al duque de Lerma.
. Alejar a Felipe III de otras personas que escapan a su control personal.
Sorprendentemente, el duque de Lerma vuelve a convencer a Felipe III de que devuelva nuevamente la capitalidad a Madrid, a lo que accede. Para entonces ya había fallecido su abuela la emperatriz María. Nuevamente el duque previamente había comprado palacios y viviendas cuyos costes eran en aquel momento muy bajos.
En Concejo de Madrid, protestó airadamente, pues tuvo que hacer frente a los gastos que supuso volver a ser capital del Reino.
La corrupción y el enriquecimiento del duque de Lerma, y sus adherentes como el conde de Lemos y el marqués de Siete Iglesias, llegó a ser un escándalo.´
OTROS HECHOS IMPORTANTES
Felipe III heredó de su padre una enorme deuda de Estado, con un débito superior a los 76 millones de ducados (cifra astronómica para la época) y eso que en 1596, el Estado español ya se había declarado en bancarrota. Sin embargo, no paró de aumentar con el despilfarro de su Corte. Para aliviar la situación financiera se recurrió a la reducción de gastos de defensa, de ahí que se llevara una política pacifista y a la devaluación monetaria.
Las alteraciones de moneda de 1599, 1602, 1603 provocaron la retirada de la circulación de oro y plata y en consecuencia la devaluación del vellón y el agravamiento de la crisis financiera del Reino. Como resultado de ello fue la bancarrota total del Reino de España de 1612.
Otro hecho relevante fue la expulsión de 300.000 moriscos, que se dedicaban mayoritariamente al campo y al artesanado. Esta medida fue tomada sin consultar a los reinos de la antigua Corona de Aragón, lo que agravó el descontento de estas zonas con el Rey. Especialmente dramática fue este hecho en Cataluña, que estaba viviendo una grave crisis económica.
El duque de Lerma cayó en desgracia y tuvo que solicitar al Papa el nombramiento de cardenal para protegerse de cualquier proceso judicial, ya que el clero gozaba de inmunidad eclesiástica.
Felipe III muere en Madrid el 31 de marzo de 1621, cuando tenía 43 años de unas fiebres causadas por una infección bacteriana de la dermis. Después de más de veintidós años de reinado.
El psiquiatra Francisco Alonso Fernández en su libro “Historia personal de los Austrias” describe a Felipe III “como una persona de dotación intelectual escasa o mediocre, casi en el umbral de la deficiencia mental. Si no fuera por su fervorosa entrega al divertimento, la imagen de Felipe III podría ser equiparada a la de los monjes medievales atacados por una especie de pereza, melancolía, la acedía”.
Felipe III fue un mal rey y en su reinado se consolidaron una serie de vicios financieros, que serán copiados en siglos posteriores.
Comments