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  • Foto del escritorAndrés Cifuentes

Efemérides: ¿qué pasó el 29 de enero?

Nace Vicente Blasco Ibáñez


Nace Vicente Blasco Ibáñez

El 29 de enero de 1867 nació en Valencia el político y escritor Vicente Blasco Ibáñez, uno de los autores más importantes y prolíficos de los últimos años del siglo XIX y primeros del XX en España.

Estudiante de Derecho y políticamente activo desde su juventud, siempre apostó por las ideologías más progresistas y de izquierdas, acercándose al nacionalismo valenciano por una temporada y siendo defensor del republicanismo durante toda su vida, mostrándose muy crítico con los gobiernos del periodo de la Restauración borbónica. Este factor político y de denuncia social se vería en muchas de sus novelas en las que, aun cuando los rasgos naturalistas son claramente perceptibles, su intento por denunciar injusticias sociales aporta un punto de vista siempre cercano a su propia ideología.


Lo polémico de su carácter le llevó al exilio en Francia, donde conocería las corrientes naturalistas que ya se notarían en su novela Arroz y tartana (1894), la primera de una serie dedicada a su Valencia natal. Ejerció como director y redactor del periódico republicano El pueblo y fue elegido diputado en las Cortes en 1898 y durante seis legislaturas, aunque decidió abandonar la vida política en 1908 y probar suerte en Suramérica. Finalmente, regresaría a Europa y viviría en Francia hasta el final de sus días. Allí escribiría la novela que le concedería fama y renombre internacionales, Los cuatro jinetes del Apocalipsis, que contaría con dos adaptaciones al cine (1921 y 1962). Otras de sus obras más conocidas son La barraca (1898), Sangre y arena (1908) o La vuelta al mundo de un escritor (1928), obra que publicó contando sus viajes por Europa, Asia y América.


Vicente Blasco Ibáñez moriría en Menton, en su casa de la Costa Azul francesa, a causa de una bronconeumonía y un día antes de cumplir 61 años.

1860 Nace Anton P. Chéjov

El 29 de enero de 1860 nació en Taganrog, ciudad costera del sur de Rusia, el distinguido escritor Antón Pávlovich Chéjov.


Hijo de un humilde mercader, completó sus estudios en Medicina pero apenas ejerció ya que el éxito de sus textos le permitió mantenerse económicamente y siempre prefirió dedicarle tiempo a su labor de escritor que a la de médico. Comenzaría publicando breves narraciones humorísticas y los relatos cortos ocuparían, junto con las obras dramáticas, el centro de su trabajo. Representante fundamental del naturalismo moderno ruso, sus textos se alejaron del empeño didáctico que predominaba y consiguieron reflejar la inquietud social que vivía Rusia en los años previos a la revolución de 1905. Muchas de sus mejores historias cuentan con tramas de extrema sencillez que encuentran su valor, más que en la acción, en la construcción de la sensibilidad de los personajes y en lo que ocurre fuera de escena y que el lector o el espectador (en el caso de las obras de teatro) capta.


Considerado uno de los grandes autores de la literatura universal, falleció en 1904 a causa de una tuberculosis que padeció durante toda su vida. Entre algunas de sus obras más conocidas están La estepa (1888), El tío Vania (1897), La gaviota (1896) y la póstuma recopilación de relatos Los veraneantes y otros cuentos (1910).

1996 La Fenice de Venecia es arrasado por un incendio

El 29 de enero de 1996 el teatro La Fenice de Venecia, cuyo impresionante escenario albergó óperas desde 1792, quedó reducido a cenizas al estallar un incendio que terminó por consumir el edificio a pesar de los esfuerzos del cuerpo de bomberos.


Fue precisamente un bombero fuera de servicio que pasó por allí y vio el humo quien dio la voz de alarma. Ese día el teatro estaba vacío por labores de mantenimiento y no hubo que lamentar víctimas mortales pero sí la pérdida de un edificio histórico. Mientras se preparaban las labores de reconstrucción se llevó a cabo una investigación policial que buscaba aclarar los hechos que habían precedido al incendio y que iría acercándose cada vez más al absurdo. Las primeras hipótesis apuntaron a un fallo técnico derivado de los trabajos de mantenimiento que se estaban llevando a cabo y que habían dejado al teatro temporalmente (y convenientemente) sin sistema anti-incendios pero al poco tiempo se relacionó con un mafioso que, queriendo reforzar su posición y acallar rumores sobre su homosexualidad, decidió dar un golpe que atrajera todas las miradas.


La última teoría apuntó a dos obreros que, para evitar una penalización por no haber cumplido sus objetivos laborales ese día, prefirieron quemar el teatro entero y cubrir sus huellas. Fueron juzgados y condenados, pero uno de ellos huyó un día antes de entrar en prisión. Mientras tanto, el teatro fue reconstruido y reabrió sus puertas en 2003.


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