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Foto del escritorAndrés Cifuentes

Giovanni Boccaccio - Historia y obras

El personaje de este post es un prominente y brillante personaje vinculado a las letras italianas/latinas de la excepcional y dorada época medieval; se trata de Giovanni Boccaccio, autor entre muchas excepcionales obras, el Decamerón. Quédate y conoce gran parte de este precursor del humanismo italiano.



En efecto, como bien se adelantó, la figura literaria de hoy es Giovanni Boccaccio, quien fuera un brillante y destacado escritor y humanista oriundo de la Italia de la edad media. Reconocido por la literatura clásica a través de su magistral obra el Decamerón, el cual ostentó dos magníficos tomos. Se concibe además como el precursor de la prosa italiana, al lado de otros gigantes, como fue Dante Alighieri y Petrarca.


Sobre su vida, se tiene que de acuerdo a los datos disponibles de Giovanni Boccaccio, notable representante de una época, nació el 16 de junio de 1313, y murió un 21 de diciembre de 1375, ubicado en la corriente literaria italiana. Resalta porque además de valorarse como uno de los precursores de la prosa de su país natal, es el padre del inigualable Decamerón.


El Decamerón, representa un texto obligatorio para llegar a la literatura europea el género de la novela corta o relato, y que hace uso del recurso técnico de la narrativa enmarcada; que además sirvió para fundar una nutrida escuela de novellieri, que imitaron su obra.


Este notable de la historia literaria, fue un descendiente ilegítimo de un mercader llamado Boccaccio o en italiano Boccaccino di Chellino, que era miembro de la ostentosa empresa mercantil de los Bardi; de su madre existen pocos registro fidedignos, tampoco hay certeza sobre el lugar de su nacimiento.


De acuerdo a ciertas especulaciones, y que el mismo Boccaccio propagaría, puede ser oriundo de Florencia, en París, o en la ciudad de Certaldo, cuya zona era frecuentada por su padre en vista de su trabajo. Lo que sí es cierto, es que este creció en Certaldo, una localidad de San Pietro Maggiore, y recibió educación de Giovanni Mazzuoli da Strada, quien además lo impulsó a seguir la corriente de Dante, y que lo dominaría para siempre.


De chico vivió en Florencia, donde recibió la educación por parte de su padre, donde de hecho continuó haciendo vida en la casa paterna luego de 1319, cuando su padre se volvió a casar, esta vez con Margherita dei Mardoli. Su vida estuvo anclada en Florencia hasta 1325 y 1327.

Pues una vez se concluyó que no destacaba en las finanzas y el comercio, sería enviado por su padre a Nápoles, lugar donde contrariamente si ostentó una sólida formación literaria, ello debido a la atención, además de su natural talento, a las enseñanzas aportadas por los más destacados eruditos de la corte napolitana, como fueron Paolo da Perugia y Andalò di Negro.

Biografía

Al respecto, se tiene que Giovanni Boccaccio tal como se señaló anteriormente, nació en junio de 1313. Este chico gracias a los contactos de su padre y de sus tutores, visitaba frecuentemente el lujoso ambiente de la corte de Roberto de Anjou, pues su padre fue amigo cercano. Mientras que entre 1330 y 1331, el poeta stilnovista Cino da Pistoia, le enseñó Derecho en la Universidad de Nápoles, quien además tuvo una influencia notable en el joven Boccaccio.


Una mañana de marzo de 1331, en semana santa, cuando el joven Giovanni Boccaccio contaba con 16 años, conoció a una bella mujer napolitana, enamorándose de ella apasionadamente; incluso, este encuentro apasionado lo describe el autor de forma magnífica, en el Filocolo, cuya obra inmortalizó el nombre de Fiammetta o Llamita, a quien cortejó de forma incesante con canciones y sonetos.


De ella, estiman los expertos que este personajes de Fiammetta corresponda a María de Aquino, una hija del rey fuera del matrimonio, y cónyuge de un cortés hombre de la corte, pese a no existir ningún registro fidedigno que lo confirmen. Pero ciertamente, esta obra sobre Fiammetta aperturó a Giovanni Boccaccio las puertas de la corte y, lo más importante, fue el motor de su incipiente carrera literaria.


Gracias es este ventajoso impulso, sirvió a Giovanni Boccaccio para impulsar sus novelas y poemas juveniles, abarcando sus obras desde el Filocolo hasta el Filostrato; así como la Teseida, el Ameto, la Amorosa visión y la Elegía de Madonna Fiammetta. De cuya obra se conoce que sería Fiammetta la que puso fin a la relación entre estos dos personajes, donde el autor padeció dolorosos días.


Para finales de 1340, luego de unos 13 años en Nápoles, se vio obligado a retornar a Florencia debido a un crítico traste financiero sufrido de su padre. Y para 1346 y 1348 estuvo en Rávena, también en otra corte , esta vez con Ostasio da Polenta, y en Forlì, como huésped de Francesco Ordelaffi; donde se relaciona con los poetas Nereo Morandi y Checco di Merletto, quedando en contacto con ellos luego de su partida.


Para 1348 retornó a Florencia, donde fue testigo de la peste que asoló su país y que le inspiró para describirla en el Decamerón. Mientras que en 1349 fallece su padre, y Giovanni Boccaccio se radica de forma definitiva en Florencia donde se ocupa de lo que quedaba del patrimonio de su padre.


Estando en Arno se convirtió en una figura muy apreciada por su cultura literaria. Donde el Decamerón los compuso en la primera fase de su estancia en Florencia, esto fue desde 1349 y 1351. Gracias a su éxito, fue postulado por sus conciudadanos para ostentar algunos puestos públicos, destacando como embajador ante los señores de Romaña en 1350; camarlengo Municipal en 1351, Así como embajador Florentino en la corte del papa de Aviñón para 1354 y 1365.


Asimismo, en el año de 1351 le encargaron a Padua, lugar de habitación de Petrarca, cuyo personaje conoció un año atrás, quien lo invitó a quedarse en Florencia como docente. Pese a que Petrarca no aceptó la propuesta, nació en los dos escritores una sincera y prolongada amistad hasta que fallece Petrarca en 1374.


La sosegada vida dedicada al estudio de Giovanni Boccaccio en Florencia, resultó interrumpida abruptamente por la visita del monje sienés Gioacchino Ciani, quien lo instó a dejar las letras y los argumentos profanos. Este religioso causó tal impresión en el autor, que este llegó a pensar en quemar sus obras, ante lo cual afortunadamente intervino y disuadió Petrarca.


Para 1362, Giovanni Boccaccio se fue a Nápoles, por invitación de unas amistades florentinos, esperando hallar en qué ocuparse para retomar la vida activa y serena que ostentaba en el pasado. No obstante, Nápoles en la época de Juana I de Anjou resultó muy distinta de la ciudad próspera, culta y serena que recordaba de su juventud.


Este decepcionado, parte prontamente, luego de una corta estancia en Venecia para saludar a Petrarca, ya por al año 1370 se retrae en su casa de Certaldo, aledaño a Florencia, para aislarse y poder dedicar tiempo a la meditación religiosa y al estudio, actividades apneas interrumpidas por viajes cortos a Nápoles en 1370 y 1371.


Ya casi al final de su vida, se le otorgó por la autoridad de Florencia una solicitud para llevar a cabo una recitación pública de La Divina Comedia de Dante, la cual no pudo ser finalizada debido al ataque de la enfermedad que lo llevó a su muerte el 21 de diciembre de 1375.


Giovanni Boccaccio en Florencia/Nápoles

Estando en Nápoles Giovanni Boccaccio, gracias a la intervención de importantes personajes de la época y al apoyo financiero, hizo posible el que autor lograra escribir 3 maravillosas y representativas obras, dentro de la cuales destacan:

  • El magistral Filocolo (1336), muestra una excepcional adaptación de la historia medieval de Floris y Blancaflor.

  • Además de Filostrato (1338), representa un poema vinculando magistralmente el ciclo de la guerra de Troya.

  • El poema épico La Teseida (1339-1340).


No obstante ello, luego de la debacle del banco de los Bardi, se ve forzado a retornar a Florencia en 1340, en cuyo lugar sufrió críticas penas económicas y domésticos.

Pese a su decadente condición, no se apartó de su trabajo literario, por el contrario, en apariencia, salió no solo ileso de sus penurias, sino reforzado de sus vivencias, pues logró aproximarse al ambiente picaresco de mercaderes de donde provenía su familia, y que sin duda enriquecieron su obra. Pues por esos años Giovanni Boccaccio, logró componer:

  • El maravilloso idilio pastoril Ameto.

  • La amorosa visión.

  • La elegía de doña Fiammetta, una extraordinaria prosa.

  • Las ninfas de Fiésole, donde recreó, con versos de ocho sílabas, amores puros y nobles.

Por otro lado, la peste que azotó Florencia en 1348 fue fuente de inspiración la idea de El Decamerón, redactado entre dicho año y 1353. Con cuya maravillosa consecuencia artística logró un grandioso éxito, y que sirvió al mismo tiempo, a sus promociones frecuentes a puestos relevantes oficiales honorarios.

Pese a sus múltiples tareas, por esos años logró componer su Poema bucólico, lo cual es una compilación de 16 maravillosas églogas todas ellas concebidas en latín, y cuya fuente inspirativa sería Virgilio.

Además, logró dos obras más, con rasgos totalmente opuesto, como es el Corbacho, que supone una violenta sátira social y sexual, así como las mujeres notables, contentiva de una larga serie de edificantes biografías femeninas.

Para 1362, todavía sin tener resuelta su economía personal, partió a Certaldo, época de recogimiento y sentimientos encontrados que los llevaron a renegar su obra de El decamerón, dedicándose al estudio y en las ejercicios piadosos; en cuya época se ordenó como sacerdote, y pasó a ocupar el cargo de confesor en 1360.

Trayectoria literaria

Durante el camino literario de Giovanni Boccaccio, se hace notorio el escenario napolitano, así como el lujo de la corte de Roberto de Anjou, rey de Nápoles, de quien además, su padre cercano. De dicho contexto, le resultó muy impresionante lo lujoso y ornamento de la corte, donde además había una mezcla de costumbres italianas, bizantinas y árabes.


Bajo ese ambiente intrigante, lujoso y ambicioso de la corte, rondaban las cortesanas, los amores prohibidos y la sensualidad, tal como lo expone en su obra maestra, el Decamerón. El quiebre económico del banco de los Bardi le obligó a retornar a Florencia en diciembre de 1340, luego de unos 13 años en Nápoles. Este hombre se vio envuelto en serias penurias económicas y personales.


Pese a ello, Giovanni Boccaccio no se apartó de sus actividades literarias; al contrario, según parece resultó fortalecido de dicha experiencia penosa, además le permitió aproximarse a un mundo que este desconocía, como fue el contexto picaresco de los comerciantes, de donde justamente provenía su familia.


Mientras que durante los años 1346 y 1348 hizo vida en Rávena, en la corte de Ostasio da Polenta, y se codeó con personajes reconocidos de la época, como fue el caso de los poetas Nereo Morandi y Checco di Meletto. Para 1348, retornó a Florencia donde le tocó presenciar el desarrollo de la terrible peste bubónica, cuyo escenario describió en el Decamerón.


Tal fue el reconocimiento de esta obra, que le sirvió de pasaporte para ocupar distintos puestos en el estado. Aunque con la muerte de su padre en 1349, Giovanni Boccaccio debió radicarse indeterminadamente en Florencia, para atender lo que restaba de los bienes de su padre.


Ya estando en la ciudad del Arno se reconoció su magnífico trabajo y fue muy apreciado debido a su contribución literaria; además de distintas funciones gubernamentales desempeñadas en Florencia y Roma hacia los años de 1354 y 1365.

Influencia en la literatura castellana

La magistral obra de Giovanni Boccaccio, resultó fuente inspirativa para diversas cursos de la literatura castellana, cuyos autores toman parte del trabajo para plasmarlo en sus trabajos literarios, los cuales se evidencian en las siguientes obras, sólo por nombrar algunos:

  • La Elegía de Madonna Fiammetta, inspirada en una línea de la temática romántica española del siglo XV, El Siervo libre de amor, de Juan Rodríguez del Padrón, todos con títulos muy señeros.

  • La Historia de Grisel y Mirabella, de Juan de Flores.

  • Cárcel de amor, de Diego de San Pedro.

  • La Celestina, de Fernando de Rojas.

Asimismo, durante la parte inicial del siglo XV, el Arcipreste de Talavera, logró una obra imitando el Corbacho de Boccaccio, de hecho se tituló igual, así como su mismo tono de género, destaca por la recreación del lenguaje sencillo.

Igual que 2 de las obras de Boccaccio, como son la Comedia de las ninfas florentinas, y el Ninfale fiesolano, que pueden valorarse como precursoras de la narrativa pastoril, tópico que debido a la repercusión de La Arcadia, de Jacopo Sannazaro, logró una amplia evolución en las letras europeas del siglo XVI.

De la misma manera, en España, es posible traer a colación algunas obras alusivas, aunque indudablemente fue la obra más influyente de Giovanni Boccaccio fue el Decamerón, pero además de ella es evidente la influencia del autor en:


  • La Diana (1559), de Jorge de Montemayor.

  • La Diana Enamorada (1564), de Gaspar Gil Polo.

  • La Galatea (1585), de Miguel de Cervantes.

  • La Arcadia (1598), de Lope de Vega.

También es España, la primogénita traducción de la obra, es la anónima catalana de 1429, que está en la Biblioteca de Cataluña en un pergamino inédito, y en la biblioteca de El Escorial se mantiene también el más antiguo de la obra en castellano, de mediados del siglo XV, que incluye sólo la mitad de los cuentos del original y elimina totalmente la narrativa que enmarca las historias en la obra de Boccaccio.


Se tiene además, que la totalidad de la primera edición castellana de la obra se ubica por el año 1496, en Sevilla; seguida de las de Toledo (1524), Valladolid (1539) y Medina del Campo (1543). Desde esos años, han sido cuantiosas las ediciones de la obra. Donde el género del relato o novela corta, del italiano novella, pasó luego al español como novela, y que tardó en convertirse en literatura castellana.


Donde todas las citadas obras, de manera clara adeudan a el Decamerón, como las narrativas ejemplares (1613), de Cervantes, o las obras de Marcia Leonarda (1621–1624), de Lope de Vega. Mientras que en la Italia más actual, la obra el Decamerón se prohibió en 1559.

Ello pese a que muchos religiosos, como el Cardenal Pietro Bembo lo describían a modo de elogio como un molde ideal para la prosa vernácula, pues las historias reflejan ciertos conceptos de su autor, así como de miembros marcados por intereses amorosos o rivalidad.

Influencia en otros autores

Además de los autores referidos anteriormente, tal fue el nivel de calidad, profundidad, temática, estilo, entre muchas otras bondades existentes en la excepcional obra de Giovanni Boccaccio, que son numerosos los autores a lo largo de la historia que se han servido del trabajo del autor, para optimizar y referenciar sus trabajos.


Uno de los casos más significativos y emblemáticos de la historia literaria, es la obra Shakespeare, el cual refleja en La comedia de Shakespeare, cuyo segmento llamado a buen fin no hay mal principio, y que data de 1602, fundamentó parte de su trabajo cuentístico de Giletta de Narbona, prevista en la compilación de el Decamerón (1351).

Obras

Las obras de Giovanni Boccaccio fueron numerosas y con alta riqueza literaria, y como se expuso anteriormente, su legado ha inspirado a diversos letrados y en distinto tiempo. Este destacado personaje logró escribir parte de rica obra tanto en italiano como en latín. Dichas obras puede dividirse trabajos llevados a cabo en de su juventud y en su madurez.


Tal fue la obra de Giovanni Boccaccio, que su nombre al lado de Dante y Petrarca, se reconocen a nivel mundial como uno de los precursores de las letras en lengua italiana. Inmortalizó parte de sus obras en italiano y en latín; obteniendo la inmortalidad a través de el Decamerón, como su mayor estandarte, asimismo, introdujo en la literatura europea el género de la novela corta sobre la pasión amorosa.


Tal fue su reconocimiento, que fue por medio de magistral obra que se logró generar una corriente de novellieri, cuya palabra en italiano se lee como narradores; donde sus componentes se hicieron del estilo de Boccaccio. De igual forma, el rasgo humanista de Giovanni Boccaccio logró resaltar por la fluidez de su prosa, usando la introspección, descripción y análisis psicológico sobre la pasión amorosa.


Este controversial tema, logró destacar como su iniciador y maestro, convirtiéndose por tanto, en el emblema desde sus primeras obras en su época juvenil hasta su madurez. Por ello, seguidamente, se describen sus obras atendiendo a estas etapas de su vida y sus obras.


El Decamerón, obra cumbre

Como bien se ha venido refiriendo a lo largo de este post, la obra más esplendorosa e importante de Giovanni Boccaccio, es el Decamerón, el cual inició en 1348 y concluyó en 1353. Este extraordinario trabajo literario, ostenta 100 relatos, cada uno de ellos de distinto tamaño y extensión.


La trama de esta obra, tiene lugar o se inspira en sus inicios durante la peste que asoló Florencia por el año 1348, pues además debe acotarse que Giovanni fue testigo presencial de este oscuro evento. La trama muestra asimismo, a 10 jóvenes de clase pudiente de la época, compuesto por 3 caballeros y 7 damas, quienes reunidos en la iglesia de Santa Isabel María Novella, acuerdan resguardarse en una lujosa villa alejada de la ciudad para huir de la peste.

A fin de evitar recordar los horrores de la peste que azota a su ciudad, los jóvenes acuerdan un relato de cuentos los unos a los otros cada día durante 14 días, aunque los viernes y sábados no relatan cuentos, lo que lleva a solo 10 narraciones o historias, de allí su título.


En cada historia, los jóvenes asumen el papel del rey, y por ende determina el tópico sobre el cual se versarán los cuentos, salvo el 1er. y 9no. donde los cuentos son de tema libre. Su trama se centra en la figura cambiante y fascinadora de Fiammetta, hija ilegítima del Roberto de Anjou, y en sus propias aventuras juveniles, magistralmente enriquecida por brillantes ornamentos literarios e invenciones de todo tipo de la mano de su autor.


Obras significativas en italiano/latín de su juventud

Como ya se conoce Giovanni Boccaccio vivió durante la dura época medieval, por ello, este notorio personaje le correspondió convertirse en una de las luces del Renacimiento, pues gracias a sus magníficos aportes a la novela y la poesía en lengua italiana, permitió la expansión y reconocimiento de su invaluable trabajo.


Boccaccio, resalta además, por inmortalizar ciertas obras en latín e italiano, llevó a cabo distintas biografías y traducciones de obras otras literarias de importantes artistas. De tal modo, que a fines de entender adecuadamente la obra de este genio, a continuación se dejan sus obras más destacadas durante su juventud, cuyos títulos sugieren ambos idiomas.


La caza de Diana (La caccia di Diana)

Esta obra de La caza de Diana, también conocida como La caccia di Diana, se realizó en Nápoles en 1334, supone un corto poema con carga erótica que comprende 18 cantos escritos en tercetos. Donde la intencionalidad otorgada por Giovanni Boccaccio, es exaltar la belleza de las más hermosas damiselas de la ciudad, con lo cual lo aproxima a la Vita nuova de Dante.

De el corresponde a una etapa de la vida del poeta, cuando está inmerso en sus penurias amorosas, donde existen un espíritu gentil a cargo de la diosa Diana, quien llama a las más hermosas mujeres napolitanas, que incluso, tiene nombres, apellidos y hasta hipocorísticos, pertenecientes a la corte dell’alta idea.


Estas damas son guiadas por la desconocida amada del poeta, donde estas arriban a un valle, se sumergen en un río. Luego de ello, Diana agrupa a las jóvenes en 4 escuadras, y se da inicio a la cacería; una vez las presas son reunidas en un prado, Diana llama a las damas al sacrificio a Júpiter y a consagrarse al culto de la castidad.


La amada de Giovanni Boccaccio, se confiesa y en nombre de todas, confiesa que es otra su vocación; luego esta se diluye en el cielo y la donna gentile o amor del poeta, eleva una oración a Venus. Es cuando la diosa muestra transformada a los animales atrapados en fascinantes jovenzuelos, y donde está incluido el poeta, en forma de ciervo. Esta obra, acaba con la figura del poder redentor del amor, que por demás, siempre está presente en la obra de Boccaccio.

La finalidad de este maravilloso poema, es realzar y alabar la belleza de las más hermosas damas de la ciudad, con lo cual se acerca a la Vita nuova de Dante. No obstante, posee claras influencias de la poesía alejandrina, y donde el argumento retoma los rasgos de las alegres galanterías de las literaturas francesa y provenzales.


El Filocolo

Esta obra se cree que se escribió por los años 1336 y 1338, representa una amplia y tediosa novela, basada en prosa, que narra la leyenda de Florio y Blancaflor, de origen francés, expone las desventuras de dos jóvenes enamorados Florio, vástago del rey Felice de España y Biancofiore, huérfana acogida piadosamente por la corte, y ambos se crían juntos, pero al alcanzar su adolescencia inevitablemente se enamoran.


Esta farragosa obra, fue ampliamente conocida y difundida en la edad media en diversas interpretaciones. Donde Boccaccio se estima que se fundamentó en la toscana Il Cantare di Fiorio e Biancofiore, influenciada a su vez en un poema francés del siglo XII. Su título es obra de la imaginación del autor, donde su título en mal griego, se puede traducir como fatiga de amor.

Pues como se refirió, estos chicos se crían juntos y se enamoran cuando son adolescentes ante lo cual el rey a fin de impedir la inminente unión, vende a Biancofiore como esclava a los mercaderes, quienes a su vez la ceden a un militar de Alejandría. Florio, desesperado, adopta el nombre de Filocolo y dedica su vida a buscar a su amada, al conseguirla lo descubren y lo capturan, y el almirante condena a ambos a muerte.

No obstante, previo a su ejecución, el almirante reconoce a Florio como su sobrino, y se percata del origen noble de Biancofiore, por tanto los amantes pueden regresar a Italia y unirse en matrimonio. Su prólogo evidencia su remonte a los orígenes del reino de Nápoles, utilizando numerosas alusiones mitológicas.


En esta obra, Giovanni Boccaccio expone la forma cómo este se apasionó de Fiammetta, a la que vio un sábado de la semana santa o en templo de un convento de religiosas, y como ella le pidió que dedicara un poema en vulgar, es decir, una novela; donde El Filocolo puede acoplarse en la temática novelística bizantina.


El Filostrato

Otra de sus obras, el Filostrato, compuesto por una parte en griego y otra latín, y puede significar Abatido por el amor. Es un verso expositivo de argumento tradicional compuesto en octavas reales y dividido en 8 cantos. Cuyo argumento hace alusión a la mitología, pues trata el amor de Troilo, descendiente menor de Príamo, y Crésida, hija de Calcante, el adivino troyano que, presintiendo la caída de la ciudad, se pasa a los griegos.


Por su parte, Troilo conquista a Crésida gracias a su amigo Pándaro, primo de la joven. Pese a ello, en un intercambio posterior de reos, Crésida es trasladada a la aldea griega; donde un héroe llamado Diomedes se apasiona con ella, y esta le corresponde.


Se evidencia asimismo, que la narrativa no procede directamente del mito, más bien del Roman de Troie, una reelaboración medieval francesa de la leyenda troyana obra de Benoît de Sainte-Maure (siglo XII), y que Boccaccio conoció en la versión italiana de Guido delle Colonne.


De igual forma, se denota en el argumento del Filostrato, así como puesta en escena en clave narrativa de su amor por Fiammetta; pues el escenario del soneto rememora al de la corte de Nápoles, y la naturaleza de los figuras es dibujada con notas sutiles. No hay precisión sobre la fecha de su elaboración, se cree que pudo escribirse en 1335 o 1340 según otras versiones.


La Teseida

Esta maravillosa obra es representativa de la primera prosa épica en italiano, donde su título es Teseida delle nozze di Emilia, es decir, Teseida de las bodas de Emilia. Giovanni Boccaccio hace uso al igual en en Filostrato, la octava real; donde la prosa se fragmenta en 12 cantos, similar a la Eneida, de Publio Virgilio Marón o Virgilio y de la Tebaida de Estacio. Además de ello, cuenta con una nutrida y sutil carta a Fiammetta, y 12 sonetos resumidos en los 12 cantos del poema.

De acuerdo a ciertos autores, la Teseida representa el primer trabajo épico en italiano. Hace uso igual que en el Filostrato, de la octava real, donde Boccaccio expone en esta obra las contiendas que el adalid griego Teseo en contra de las amazonas y la ciudad de Tebas.


Esta obra se divide en 12 voces, como en la imitación de la Eneida de Virgilio y de la Tebaida de Estacio. Pese a su componente épico, Giovanni Boccaccio no abandona el tópico amoroso. La Teseida alude asimismo, la contienda entre 2 chicos de tebas, Palemón y Arcita, disputándose el amor de Emilia, hermana de la reina amazonas y esposa de Teseo, Hipólita.


La Comedia de las ninfas florentinas (Ameto)

Narra una parábola también romántica, dispuesta en prosa, en ella se sobreponen segmentos en tercetos encadenados, a cual data de los años 1341 y 1342, mejor conocida como Ninfale d’Ameto o Ameto. La trama, como en muchas de sus obras, es el poder redentor del amor, que deja ver al hombre su ignorancia al conocimiento y la comprensión del misterio de Dios.

Esta obra es figurativa de tercetos encadenados; y se divide en 50 cortos cantos; igual que el Amleto, Giovanni Boccaccio lo compuso, a inicios de la década de 1340. Dicha composición de prosa y verso no resulta novedosa, pues hace presencia en muchas obras medievales, como es la Vita nuova de Dante o De nuptiis Philologiae et Mercurii o Bodas de Mercurio y la Filología, de Marciano Capella.


Y donde otra vez, se inicia con el pastor Ameto inmerso en los bosques de Etruria, y descubre un grupo de bellísimas ninfas que se bañan mientras escuchan el canto de Lia. Este encantado por la melodía se enamora de Lía, y se muestra a las ninfas. Y es que el día de consagración a Venus las ninfas se juntan en un bello espacio y, sentadas en torno a Ameto, narran sus historias amorosas.


Luego de oír maravillado los relatos de las 7 ninfas, el protagonista, por instrucción de Venus, recibe un baño que, al purificarlo, le permite conocer el significado alegórico de las ninfas que simbolizan las virtudes: 3 teologales y 4 cardinales, y de su encuentro con Lia, que implica su propia transformación de animal en hombre, con la posibilidad de llegar a conocer a Dios. Y pese a ser un tema y ambiente diferentes, su estructura anuncia ya la de la obra principal del autor, el Decamerón.


Amorosa visión

Pos su parte, la obra denominada, la Amorosa visión o Amorosa visione, supone también una prosa compuesta en tercetos en forma de eslabones, igual que el Ameto, a principios de la década de 1340, data de la época cuando Giovanni Boccaccio estaba en Florencia. Posee 50 cortos cantos; igual a la estructura de la visio in somnis o visión en sueños, donde se muestra a una bella mujer enviada por Cupido al poeta, quien le insta a dejar los vanos deleites, y buscar la felicidad auténtica.


Esta bella mujer conduce al poeta a un castillo, al que se resiste ingresar por la puerta estrecha, la cual simboliza la virtud; pero acepta pasar por la puerta ancha, representa la riqueza y el goce mundano.


Mientras que 2 salones del castillo están ornamentadas con frescos dignos de Giotto, donde el primer salón representan los triunfos de la Sabiduría, bordeada alegóricamente por las ciencias del trivium o la gramática, dialéctica y retórica, así como el quadrivium o la geometría, aritmética, astronomía y música.


De la Gloria, la Riqueza y del Amor; en la segunda sala están el triunfo de la Fortuna. De igual forma en los frescos están representados diversos personajes históricos, bíblicos y mitológicos, así como famosos literatos. Luego de contemplar tales pinturas, el poeta sale al jardín del castillo, donde están otras damas, como son la bella Lombarda y la Ninfa sicula, donde es asocia a esta con el amor del Giovanni Boccaccio, Fiammetta. Además de manera abrupta, el propio poeta interrumpe la escena.


Finalmente, en la Amorosa visión el autor presenta muchas similitudes con La Divina Comedia, aún refiriéndose a una obra muy inferior. Además se ha relacionado este trabajo por la crítica con otra obra de tipo alegórico, los Triunfos de Petrarca. Donde algunos autores señalan que este modelo de castillo alegórico, es el Castelnuovo di Napoli, cuyas salas fueron decoradas con frescos por Giotto en la época de Roberto de Anjou.


Elegía de Madonna Fiammetta

Este magnífico trabajo, está formulado en prosa, se cree que data entre 1343 y 1344, valorado por la crítica como una novela psicológica. Cuya trama la dedica el autor a las mujeres enamoradas. La Elegía de Madonna Fiammetta o Elegia di Madonna Fiammetta, es una extensa carta, donde la protagonista, Fiammetta, refiere su amor juvenil a Pánfilo, en Nápoles. La relación entre ambos termina cuando Pánfilo debe partir a Florencia.


Fiammetta, sintiéndose abandonada por su amante, intenta suicidarse; y donde al de la obra se siente otra vez esperanzada al oír que Pánfilo ha vuelto a la ciudad, pero amargamente descubre que se trata de otra persona con el mismo nombre; de allí su título.


A pesar de que posee una puesta en escena de si mismo, pues se evidencia la relación de Giovanni Boccaccio con la bella Fiammetta, que realmente, la trama difiere aunque su tratamiento de la pasión amorosa del autor, debe mucho a otras obras poéticas como las Heroidas de Ovidio, el anónimo Pamphilus de amore, o el De Amore, de Andreas Capellanus.


Ninfale fiesolano

El Ninfale fiesolano, data de 1344 y 1346, supone una alegoría etiológica dirigida a exponer los seudónimos de dos ríos de toscana, como son el Africo y Mensola. Con escenario pastoril, igual a el Ameto, dispuesto en octavas, y narra la historia de los amores entre el pastor Africo y la ninfa Mensola, así como el nacimiento del hijo de ambos llamado Proneo.


La obra alude a las colinas de Fiesole, habitadas por ninfas seguidoras de Diana y cazadoras, donde el pastor Africo se enamora de una de ellas, llamada Mensola, pero, cada vez que desean acercarse, estas huyen despavoridas. Por su parte, el papá de Africo, llamado Girafon, trata disuadirlo de su amor narrándole la historia de Mugnone, quien fue transformado en río por haberse atrevido a amar a una ninfa.


Pero Africo, persevera en su afán y, auxiliado por la diosa Venus, logra unirse con su amada, Mensola quien queda embarazada y se rehúsa a la compañía de Africo. Éste, creyendo que fue despreciado por Mensola, se mató arrojándose al río que en adelante llevará su nombre.

A la par que Diana descubre el parto de Mensola y la maldice, lo que también la lleva al suicidio lanzándose al río que se llamará después como ella. Su hijo, Proneo, es criado por los padres de Africo, y se convierte en uno de los primeros pobladores de la ciudad de Fiésole. Esta obra ostenta influencia pastoril de siglos posteriores, como las Estancias de Angelo Poliziano, o Nencia da Barberino, de Lorenzo el Magnífico.


Obras de la madurez de Giovanni Boccaccio

Sobre las obras de la madurez de Giovanni Boccaccio, se fundamenta en el humanismo, donde predominan los comentarios de la obra de Dante en el templo de San Stefano de Badia por demanda de la burguesía florentina y a confeccionar una erudita recopilación de la mitología clásica, previene en buena medida al pensamiento y a la cultura del renacimiento.

Ese entorno humanístico y religioso se relaciona con la amistad que por esos años sostuvo con Petrarca, cuya muerte, ocurrida en octubre de 1374, lo sumió en una profunda tristeza.

En lo sucesivo, sus escritos muestran un habitual clamor por la pérdida del gran amigo y el abandono espiritual en que lo había dejado. Aunque su legado literario más valioso, el que lo convierte en el fundador de la prosa italiana, como son los 100 cuentos presente en El Decamerón, que dan cuenta de su visión a la vez cínica e indulgente de las flaquezas, los pecados y las corrupciones de los hombres de su época.


El Corbacho

Giovanni Boccaccio, concibió esta obra por los años 1354 y 1355, y refiere una trama suave y cauteloso, lo que no es otra cosa que una excusa para una controversia moral y satírico. Ya sea por su tono como por su propósito, la obra se enmarca en la cultura de la literatura misógina de la época.


Su autor también tiene presencia en ella, como el cuervo, valorado además como un símbolo de mal augurio y de una pasión desbordada; para otros, refiere al español corbacho. Además lleva inmerso el subtítulo de Laberinto de amor o Laberinto d’Amore. La primera edición de esta obra se llevó a cabo en Florencia en 1487.


El matiz misógino del Corbacho, supone con seguridad el efecto de la crisis que sostuvo Boccaccio con su relación con el monje sienés. Donde se evidencian cuantiosas narrativas literarias en la cultura occidental de carácter misógino, desde Juvenal hasta Jerónimo de Estridón, por referir apenas unas pocas.


Esta obra se origina del amor experimentado y poco exitoso de Giovanni Boccaccio. Donde esté ya con 40 años, se apasiona por una preciosa viuda y le escribió cartas solicitando su amor; pero esta dama mostró las cartas a sus cercanos, burlándose de él dado su origen pobre y por su edad. Por ello, este texto es la venganza del autor, que no dirige sólo contra la viuda, sino contra todo el sexo femenino.


En dicha narración, su autor sueña que se moviliza por encantadoras regiones, como símbolo de las lisonjas del amor, cuando de pronto se encuentra inexplicablemente inmerso en la selva, el Laberinto de amor, referido además como la Pocilga de Venus. Allí, transformados en animales, pagan sus pecados los miserables engañados por el amor de la mujer.


En escena hace su aparición el espíritu del marido de la viuda, quien le cuenta detalladamente los innumerables vicios y defectos de su esposa. Como penitencia ordena a Boccaccio que muestre lo que ha visto y oído. Sin duda, esta obra contribuyó en la del mismo título de Alfonso Martínez de Toledo, Arcipreste de Talavera.


Otras obras

Giovanni Boccaccio, entre otras cosas, desarrolló una de las biografías de Dante Alighieri, cuya representación tuvo lugar en el Trattatello in laude di Dante, además de una reseña en tercetos eslabonados, donde usó la estrofa de la autoría de Dante en La Divina Comedia. Pero además, están sus Rimas, su amplio cancionero amoroso, y su traducción al italiano de las décadas III y IV, de Tito Livio.


Otras Obras en latín

En este sentido, Giovanni Boccaccio dedicó gran parte de su vida a realizar algunas traducciones, todo lo cual se evidencia en su legado literario, que abarca además otras obras en latín, que en la misma línea que la Genealogía deorum gentilium, entre otras obras representativas que se exponen a continuación:


La Genealogía de los dioses de los gentiles (Genealogía deorum gentilium)

Según los datos disponibles, esta magistral obra la inició Giovanni Boccaccio antes de 1350. La misma, estaba fragmentada en 15 textos, representa por tanto, una de las más completas recopilaciones de leyendas de la mitología clásica, a las que el autor se esfuerza en otorgar una representación simbólica-filosófica. Fue uno de los libros más consultados y usados por escritores hasta entrado el siglo XIX.


De casibus virorum illustrium (De los casos de varones ilustres)

Esta se inició hacia 1355, pese a que la misma no se culminó hasta 1373–1374; en ella los relatos se estructuran en 9 magníficos textos. En esta obra se intenta demostrar la ruina de los bienes terrenales y la arbitrariedad de la fortuna, acudiendo a una serie de historias protagonizadas por personajes de todas las épocas, que van desde Adán hasta los nobles contemporáneos de Boccaccio.


De claris mulieribus

Giovanni Boccaccio, la concibió entre los años de 1361 y 1362, y supone una progresión de biografías de féminas ilustres. Se dedicó por el autor a Andrea Acciaiuoli, condesa de Altavilla; y la misma sirvió de argumento a distintos letrados, destacando a Geoffrey Chaucer, autor de los Cuentos de Canterbury.


De montibus, silvis, fontibus, lacubus, fluminibus, stagnis seu paludis, et de nominibus maris liber

También corresponde a este autor esta obra, la cual constituye un espectacular repertorio alfabético de los nombres geográficos que se reflejan y ornamentan los escenarios de las obras clásicas de la narrativa latina, publicadas en 1360.


Bucolicum Carmen

Finalmente, por si fuera poco, este brillante autor, fue el concibió a Bulolicum Carmen, con 16 églogas publicadas en 1367; así como de 24 epístolas, de las cuales solo dos de ellas se conservan con su traducción al italiano.


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